A la hora de celebrar Halloween, gastronómicamente hablando, hay quienes optan por elaboraciones extremadamente realistas y escalofriantes. A nosotros nos producen un poco de grima así que, cada año, os traemos propuestas más amables. Si lo buscamos Halloween tiene un lado adorable y esta tarta murciélago de chocolate así lo demuestra.
Para que no os pille el toro, recomendamos preparar con antelación todos sus elementos (bizcocho, cobertura y decoración). Así, cuando llegue el día, solo tendréis que montar la tarta murciélago de chocolate y os olvidaréis de agobios.
Si tenéis una receta bizcocho de chocolate o una crema de relleno que os funciona, adelante con ellas. No obstante avisamos que las nuestras están de muerte lenta. El bizcocho es muy jugoso y tiene un sabor a chocolate brutal. Y lo mismo ocurre con la crema de relleno. Variad la receta al gusto. Eso sí, no prescindáis de la decoración, lo más tierno de esta tarta.
Para los bizcochos
Tamizamos la harina, el cacao, la levadura química, el bicarbonato sódico y una pizca de sal. Batimos la mantequilla con el azúcar y, cuando esté cremosa, añadimos los huevos y la leche. Incorporamos los ingredientes secos, removiendo con suavidad y, por último, el agua caliente. Removemos de nuevo hasta obtener una masa homogénea.
Dividimos la masa en dos moldes de 18 cm, cuya base forramos con papel vegetal, y horneamos a 180º C, con calor arriba y abajo, durante 20 minutos. Retiramos y dejamos enfriar completamente antes de desmoldar. Cortamos la joroba superior de los bizcochos, para igualar, y reservamos el sobrante para la decoración.
Para la crema de relleno y cobertura
Batimos la mantequilla hasta que esté muy cremosa con ayuda de unas varillas eléctricas. Sin dejar de batir añadimos el azúcar glasé, poco a poco, la vainilla y un pellizco de sal. A continuación agregamos la crema de cacao y avellanas, la nata y, por último, el cacao en polvo. Reservamos en la nevera.
Para la decoración
Separamos 50 g de chocolate negro y fundimos. Introducimos en una manga pastelera. Hacemos lo mismo con el chocolate blanco. Dibujamos las alas para los murciélagos con el chocolate negro, sobre papel vegetal, y pequeños círculos con el chocolate blanco. Cuando este haya solidificado, dejamos caer una gotita de chocolate negro en el centro para terminar los ojos.
Calentamos la nata líquida y la vertemos sobre el resto del chocolate negro previamente troceado. Después de un par de minutos removemos hasta obtener una crema, nuestra ganache. Introducimos en una manga pastelera y reservamos.
Separamos 40 g de los restos de bizcocho y desmigamos. Añadimos la crema de cacao y avellanas y mezclamos bien. Hacemos dos bolitas de igual tamaño. Fundimos un poco de chocolate negro en un cuenco profundo y bañamos las bolitas en él. Dejamos escurrir sobre papel vegetal.
Antes de que el chocolate enfríen y endurezca del todo, colocamos con mucho cuidado los ojos de los murciélagos y también las alas. Dejamos enfriar.
Para el montaje
Cortamos tres discos de cada uno de los bizcochos. Untamos cada uno con crema de relleno (sacar de la nevera 30 minutos antes) y colocamos en torre. Terminamos cubriendo los bordes y la superficie con más crema. No tiene que quedar perfecto, es una tarta rústica.
Cubrimos la superficie de cada tarta con ganache de chocolate, dejando caer un poco por los laterales para conseguir el efecto churrete o drip. Terminamos colocando un murciélago encima de cada tarta. Guardamos en la nevera hasta el momento de servir.
Con qué acompañar la tarta murciélago de chocolate para Halloween
A esta adorable tarta murciélago de chocolate no le van a faltar pretendientes. Si la hacéis en formato grande, no olvidéis decorarla con muchos murciélagos y servir uno en cada ración. Es genial para una merienda de niños, acompañada de un buen vaso de leche fresca.