Aunque no soy de hacer recetas demasiado terroríficas para las fiestas de Halloween, en cuanto tuve un rato libre para preparar esta tarta sangrienta Red velvet, no me lo pensé ni un minuto. Y es que aparte de espeluznante, esta tarta está deliciosa con su cobertura suave de queso crema y su bizcocho de cacao bien jugosito que repito y repito basándome en una receta del blog Objetivo Cupcake y que siempre sale bien.
El resto, puro adorno para adecuarla a estas fiestas, y darle un toque sangriento y muy creepy que tanto les gustará a los invitados que tendré en casa por esas fechas, y que estoy segura que aunque a la primera impresión les dará miedo, al final les resultará deliciosa hasta su sangre chorreante a base de una cobertura dulce de chocolate blanco. Así que no hay más que hablar, si estabáis buscando una tarta impactante para preparar este Halloween, aquí la tenéis.
Comenzaremos preparando el bizcocho, para eso precalentamos el horno a 170 grados, y engrasamos dos molde de 15 centímetros de diámetro con mantequilla. Mientras, ponemos la leche en un vaso y añadimos el zumo de limón. Dejamos reposar unos 10 minutos hasta que veamos que aparece la leche como grumosa.
En un bol o una batidora con unas varillas, batimos el aceite, el azúcar y los huevos hasta que esté todo bien incorporado. Por otra parte tamizamos la harina con el cacao y lo vamos añadiendo poco a poco batiendo despacio y alternándola con la leche.
Por último en un vaso mezclamos el vinagre con el bicarbonato de soda y cuando haga burbujas lo añadimos a la mezcla anterior, incorporándolo poco a poco.
Cuando la mezcla sea homogénea, añadimos el colorante rojo y el extracto de vainilla hasta dejar la masa de un rojo intenso. Pesamos la masa y la repartimos entre los dos moldes. Horneamos durante media hora o hasta que al pincharlo con un palillo salga limpio.
Desmoldamos y los dejamos enfriar en una rejilla. Una vez fríos cortamos con un cuchillo de sierra cada bizcocho en dos mitades.
Para hacer la crema de cobertura, en el bol de una batidora con el accesorio pala mezclamos el queso crema muy frío con la mantequilla a temperatura ambiente hasta que se forme una masa esponjosa. Añadimos el azúcar glas y la vainilla hasta que quede con cuerpo. Dejar 10 minutos en la nevera.
Repartimos con una espátula entre las distintas capas del pastel y lo recubrimos con el resto de la cobertura hasta que quede totalmente tapado, alisándolo por todo la superficie, metemos en la nevera la tarta.
Para la cobertura de sangre, derretimos los Candy Melts y lo echamos en un biberón de cocina haciendo pequeños chorretones desiguales por los laterales del pastel, para después cubrir la parte de arriba. O bien derretimos en el microondas el chocolate blanco y lo teñimos con el colorante para chocolate, realizando la misma operación.
Con qué acompañar la tarta Red Velvet
Impresionados dejaréis a vuestros invitados con esta tarta sangrienta Red velvet ideal para los amantes de lo más dulce. Esta es una tarta que se conserva muy bien en la nevera tapada durante varios días, y que con un molde pequeño lográis muchas raciones con una sola preparación, por lo que resulta perfecta para sin mucho trabajo, tener postre de Halloween para unos cuantos.
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