Poco a poco vamos encontrando maneras de introducir el aguacate en elaboraciones dulces. Algo que hace un tiempo sonaba muy raro, hoy en día es bastante normal. El aguacate tiene un sabor bastante neutro y aporta mucha cremosidad, por lo que es perfecto para postres como estas tartaletas de queso, aguacate y lima.
Aunque nosotros lo hemos hecho en noldes individuales, también se puede hacer en un molde tradicional y porcionarla en el momento de servir. En ese caso, la recomendación es que dobléis la cantidad de gelatina para quede más firme. Las tartaletas de queso, aguacate y lima no requieren horno, son muy fáciles de elaborar y están sorprendentemente deliciosas. Un capricho de receta.
Pulverizamos las galletas, bien con un robot de cocina o bien introduciéndolas en una bolsa de plástico y pasando el rodillo por encima. Fundimos la mantequilla y la mezclamos con las galletas, removiendo bien hasta obtener una masa homogénea. Forramos la base de los moldes aplastando y compactando bien. Dejamos enfriar en la nevera mientras preparamos el relleno.
En un robot de cocina potente mezclamos la carne del aguacate junto con el queso crema, los anacardos (que habrán estado en remojo toda la noche), la miel, la ralladura de la lima y su zumo. Trituramos bien hasta que no se noten trozos de los anacardos.
Ponemos las hojas de gelatina a remojo en un cuenco con abundante agua fría durante cinco minutos. Calentamos la leche y le agregamos las hojas de gelatina bien escurridas. Removemos para que se disuelvan en la leche caliente y, cuando no se noten restos, lo incorporamos a la mezcla anterior. Mezclamos bien.
Repartimos la mezcla entre los moldes que tenemos en la nevera, extendiendo bien el relleno sobre la base de galleta. Podemos pasarla por un colador si la queremos más fina. Alisamos la superficie con una espátula y dejamos enfriar y tomar cuerpo en la nevera durante un mínimo de cuatro horas antes de servir.
Con qué acompañar las tartaletas de queso, aguacate y lima
Cualquier momento es bueno para disfrutar de una tartaleta de queso, aguacate y lima, aunque el más adecuado puede ser la merienda o la sobremesa. Es una manera estupenda de poner el broche de oro a una comida de celebración. La cremosidad del relleno y el toque cítrico de la lima hacen de este dulce un manjar de dioses.
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