La Técula Mécula es una tarta de almendra y yema típica de la localidad extremeña de Olivenza que poco se conoce fuera de la zona y que merece un reconocimiento especial. Está deliciosa y prepararla en casa cuesta muy poco, aunque lleva algo de tiempo. Es un verdadero manjar, sencillo y perfecto para deleitar a los amantes de los sabores tradicionales.
Su historia cuenta que la receta fue encontrada en el baúl ovidado de un viajero portugués. La joven pastelera que dio con ella no tardó en prepararla para sus familiares y amigos. El éxito fue rotundo, se corrió la voz de esta exquisitez y la gente del lugar empezó a hacerle encargos. Con buen criterio, la joven registró la tarta bajo el nombre de Técula Mécula y comenzó a venderla en la pastelería Casa Fuentes.
La receta original jamás ha sido compartida, así que nuestras indicaciones son una aproximación bastante conseguida. Quienes han probado la auténtica podrán hacerla en casa sin necesidad de desplazarse para comprarla. Y quienes no la han catado nunca podrán hacerse una idea de lo deliciosa que está. En cualquier caso, esperamos que os animéis con ella y que os guste tanto como a nosotros.
Para la tarta. Arrancamos preparando un almíbar calentando el azúcar, el agua, la rama de canela y un trozo de piel de limón en un cacito. Lo hacemos a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que el azúcar se disuelva por completo. Cuando empiece a hervir contamos cinco minutos y luego lo retiramos del fuego.
Introducimos el almíbar en un recipiente amplio, después de haber retirado la canela y la piel de limón, y agregamos la harina de trigo (tamizada), la almendra molida, la manteca de cerdo o mantequilla y una pizca de sal. Mezclamos hasta obtener una masa homogénea.
A continuación incorporamos las yemas de huevo y el huevo entero y removemos de nuevo. Forramos un molde redondo de 20 centímetros de diámetro (y cinco centímetros de altura) con la lámina de hojaldre, ajustando bien la masa a los bordes. Pinchamos toda la base con un tenedor y vertemos la masa en su interior.
Introducimos el molde en la parte inferior del horno, precalentado a 180ºC con calor arriba y abajo, y programamos una hora. Durante este tiempo, la tarta se inflará un poco y la superficie irá tomando un buen color dorado. Una vez lista, la dejamos enfriar completamente antes de desmoldar y continuar con la receta.
Para la yema pastelera. Preparamos un almíbar de igual manera que hemos hecho al principio de la receta, pero con las cantidades de azúcar y agua indicadas en el listado de ingredientes. Reservamos.
Mezclamos las yemas con la harina fina de maíz procurando no incorporar demasiado aire y asegurándonos de que no queden grumos. Incorporamos poco a poco el almíbar, removiendo con suavidad. Vertemos la mezcla en un cacito y la llevamos al fuego para cocerla a fuego suave y revomiendo sin parar hasta que espese.
Retiramos el cacito del fuego y lo sumergimos en un cuenco con abundante agua helada para cortar la cocción rápidamente. Si queremos que la yema pastelera tenga algo de brillo, le podemos añadir un poco de mantequilla. En cualquier caso la dejamos enfriar completamente antes de usarla.
Terminación de la tarta. Cuando la tarta haya reposado y la yema pastelera esté fría, procedemos a cubrir la superficie de la tarta con esta última. Después fundimos el chocolate al baño maría o en el microondas, lo introducimos en una manga pastelera y escribimos "Técula Mécula". Dejamos que el chocolate se enfríe y solidifique antes de servir.
Con qué acompañar la tarta Técula Mécula
La tarta Técula Mécula es un clásico de nuestra gastronomía que no necesita de ningún acompañamiento para disfrutarla. No obstante, si sois como yo, seguro que os imagináis una taza de café con leche a su lado. Y quien dice un café también dice una infusión, un vaso de leche o similar. Es el broche de oro a cualquier comida familiar o entre amigos.
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