Cuando sea acerca la Semana Santa, comienza una fiebre torrijeril y todos buscamos cómo sorprender a nuestra familia con unas clásicas torrijas de leche, o buscamos como innovar nuestro repertorio. Este año se me ha ocurrido hacer unas torrijas de amaretto con helado de vainilla y cacao, una receta de torrijas cuyo sabor recuerda al clásico tiramisú, que han sido todo un éxito en casa.
Si hace tiempo hicimos las torrijas con leche y Baileys o las originales torrijas de vermú, este año hemos optado por este licor de origen italiano para dar un contraste especial al clásico dulzor de las torrijas, y evitar que nos queden empalagosas.
El resultado es realmente espectacular ya que hemos seguido a rajatabla los siete consejos de los pasteleros para hacer las torrijas perfectas y cremosas, si bien hemos cambiado el remojo en leche infusionada con cáscara de naranja, azúcar y canela por una mezcla de leche y Amaretto que hemos llevado a ebullición durante unos minutos. Os cuento con detalle cómo hacer esta receta de torrijas que está llamada a triunfar en vuestras casas.
Para poder remojar después bien las rebanadas de pan, preparamos una infusión con leche y nuestro licor de almendras o Amaretto, calculando un vaso de chupito de licor por cada vaso de leche. Agregamos una cucharada sopera de azúcar, removemos bien y llevamos a ebullición.
Mientras tanto, cortamos cuatro rebanadas de pan del día anterior, de un centímetro de grosor y las colocamos en una bandeja, añadiendo la leche por encima y dejando que queden en remojo durante dos horas aproximadamente. Cada media hora, damos la vuelta a las torrijas con cuidado, de forma que se empapen bien por ambos lados.
Batimos dos huevos y los utilizamos para rebozar bien las torrijas procediendo después a freírlas en aceite abundante, hasta que se doren ligeramente por ambas caras. Tras freírlas, las dejamos en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Preparamos una mezcla con la otra cucharada de azúcar y canela para embadurnar las torrijas antes de llevarlas a la mesa. Servimos templadas, decorando cada torrija con una quenelle de helado de vainilla espolvoreada con cacao y un cogollito de hierbabuena.
Con qué acompañar las torrijas de amaretto con helado de vainilla y cacao, la torrija que sabe a tiramisú
Para acompañar las torrijas de amaretto con helado de vainilla y cacao, puedes servir una copita del tradicional licor italiano, o poner un café con leche, según tus preferencias y el momento. Yo os recomiendo espolvorear estas torrijas con un poco de azúcar mezclado con canela como manda la tradición y disfrutar lentamente de este dulce de temporada.
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