Las tortas, cocas y bizcochos de aceite tan típicas del sur y sureste español son una perdición para quienes amamos esa repostería tradicional con sabor a pueblo. No es que una bica con su nata no sea también un dulce de antaño, faltaría más; es cuestión de dónde se ha criado una y qué sabores y aromas le vienen a la memoria.
Andalucía tiene un buen repertorio de este tipo de dulces, como la famosa torta de Vélez malagueña, pero esta vez nos dirigimos a Torremolinos para recrear otra tentación de la misma familia. La receta original es de 1908, pero desafortunadamente los establecimientos donde se podían encontrar en la localidad han cerrado.
Si bien hay diversas versiones de la receta que se preparan en las casas, hemos seguido la versión de Toñi Sánchez que intenta ajustarse a los ingredientes originales, que incluyen harina de maíz y miel. El resultado es un dulce muy jugoso y suave, tremendamente aromático. En función del tipo de aceite y cuánto se dore, así como de la miel o el horneado, nos puede quedar de miga más blanca o más caramelizada, como en nuestro caso. En cualquier caso, una delicia.
Precalentar el horno a 170ºC con calor arriba y abajo y forrar una bandeja rectangular con papel de hornear. Calentar el aceite de oliva con un buen pedazo de piel de limón sin parte blanca; cuando empiecen a salir burbujitas retirar y echar el sésamo y el anís.
Remover bien para que se infusione un poco y mezclar con la leche. Aparte mezclar en un recipiente amplio las harinas tamizadas con el azúcar, la canela, la levadura y el bicarbonato, y un poco de sal. Echar la mezcla de aceite y leche y la miel y combinar hasta tener una masa homogénea.
Verter en el molde dándole forma plana de torta o extender con el grosor deseado en una bandeja más grande. Cubrir con azúcar y canela al gusto y hornear durante unos 50-60 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo salga limpio. Esperar un poco antes de desmoldar y enfriar por completo sobre una rejilla.
Dani - Anís grano 300 gr.
Con qué acompañar la torta de aceite de Torremolinos
Como todas las tortas y bizcochos de este tipo, la de Torremolinos es un bocado dulce estupendo para tomar en las sobremesas con un buen café o té, para compartir en la merienda o incluso para un desayuno caprichoso ocasional, simplemente con un vaso de leche, horchata o bebida vegetal casera. En un recipiente hermético aguanta muy bien varios días, y gana en sabor al pasar las horas.
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