La torta caprese es un típico postre napolitano, procedente como su nombre indica de la isla de Capri, un manjar de chocolate y almendras sin la adición de harina, crujiente por fuera pero húmeda y suave en su interior.
La preparación de la torta de Capri es muy fácil, rápida y, además, al no contener harina de trigo, es un dulce adecuado para las personas celíacas.
Comenzaremos derritiendo al baño maría el chocolate troceado junto con la mantequilla. Removemos para incorporar los dos ingredientes y reservamos. Precalentamos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo y engrasamos un molde desmontable de 24 cm con mantequilla.
En un bol unimos la almendra molida junto con la mitad del azúcar. Seguidamente en el vaso de una batidora o bien con unas varillas, montamos los huevos junto con el resto del azúcar hasta que estén muy espumosos y aireados. Entonces añadimos la almendra y el azúcar revolviendo suavemente con una espátula para que la mezcla no pierda volumen. Una vez incorporada vertemos poco a poco la mezcla de chocolate y mantequilla y lo unimos a la preparación anterior.
Horneamos durante cinco minutos a 200ºC y después bajamos la temperatura del horno a 160ºC y seguimos cociendo la torta durante treinta minutos más. Debe quedar el interior jugoso. Dejamos enfriar durante dos horas mínimo a temperatura ambiente. Espolvoreamos el azúcar glas por la superficie una vez fría.
Con qué acompañar la torta caprese
Con esta torta caprese un pedacito de Italia se colará en vuestras meriendas, y es que este pastel es especialmente rico para degustar a media tarde acompañado de un buen café expreso, pero también para tener como postre comodín si tenemos algún invitado con intolerancia al gluten.
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