Los frutos secos, y en especial las nueces, están cargados de propiedades saludables para nuestro organismo y, aunque ciertamente calóricos, siempre recomiendan tomar una pequeña cantidad al día para obtener sus beneficios. En un dulce como este bizcocho o torta no es la manera más sana de tomarlos, pero al menos podremos beneficiarnos de esas propiedades nutritivas al tiempo que nos damos un capricho goloso y energético.
Comenzaremos precalentando el horno a 180ºC con calor arriba y abajo y rejilla. Con la cucharadita de mantequilla engrasamos un molde redondo y lo forramos con papel de hornear ligeramente humedecido. Reservamos.
En un robot triturmos groseramente las nueces, reservando unas pocas enteras para decorar, pero sin que lleguen a deshacerse en harina. Si no tenemos robot, las metemos en una bolsa de plástico y machacarmos con un rodillo. Dejamos los pistachos enteros y los mezclamos con las nueces, dejando también unos pocos para poner en la superficie de la torta.
En un bol batimos con unas varillas los huevos, añadimos la harina, el azúcar, el aceite de girasol y mezclamos todo bien. Añadimos los frutos secos y vertemos en el molde colocando alguna nuez y pistacho a modo de decoración. Espolvoreamos con la mitad del azúcar glas y horneamos durante 40 minutos. Retiramos del horno y dejamos enfriar, añadiendo por último el azúcar glas que nos había quedado por la superficie.
Con qué acompañar el bizcocho de nueces
La torta de nueces y pistachos es un dulce de desayuno o merienda, llena de energía es ideal para aquellos que les guste el sabor pronunciado a nuez. Se puede presentar una porción añadiéndole un poquito de nata montada si lo queremos para acompañar un café a media tarde, y así hacerla más fresca, puesto que al llevar tanto fruto seco es una torta de textura densa.
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