Tortitas revueltas, la forma más fácil de preparar pancakes o crepes en un abrir y cerrar de ojos

Leche, huevos, harina, mantequilla y una pizca de azúcar: son los ingredientes básicos de un sinfín de masas cocinadas a la sartén o plancha que tienen mil variantes por todo el mundo. Las más esponjosas son las tortitas americanas o pancakes, pero en los países centroeuropeos tienen una versión mucho más fácil de hacer sin necesidad de cocinarlas en porciones o voltearlas. Las tortitas revueltas son la alternativa perfecta para los más torpes o impacientes.

Por algún motivo se están viralizando en las redes sociales y es fácil encontrar vídeos y publicaciones en TikTok o Instagram poniendo a prueba la elaboración o enseñando su receta particular, y los hay en todos los idiomas. Son algo así como los huevos revueltos para quienes no saben o no quieren lidiar con una tortilla; no tengas miedo de que se te rompa la masa, porque la idea es precisamente destrozarla con la espátula.

Lo curioso es que no se trata de un invento nuevo surgido de repente de la mente de algún influencer espabilado que destrozó sus tortitas o crepes de casualidad. En los países centroeuropeos esta preparación se conoce desde hace mucho, mucho tiempo, y en Austria es un postre o desayuno tan clásico como el Apfelstrudel. Claro que allí se llama Kaiserschmarren, más complicado de recordar o pronunciar.

También llamado Kaiserschmarrn, se atribuye su nombre al emperador (kaiser) Francisco José I, supuestamente gran apasionado del dulce plato en el desayuno. Aunque la receta austriaca canónica consiste en cocinar la masa completa, muy esponjosa, en un molde al horno y luego romperla, la versión rápida de las tortitas revueltas se prepara directamente en la sartén rompiendo la masa una vez cuajada.

Puedes usar la receta de tortitas americanas básica, hotcakes o, si prefieres que sea menos contundente, la de de crepes franceses, incluso una masa de filloas. Mi padre suizo nos hacía la versión de mi abuela cocinando primero manzana con canela y un poco de azúcar moreno, para luego añadir la masa de crepes preparada a ojo. Se trata de revolver todo en la sartén hasta que queda cuajado y jugoso.

Sirve las tortitas revueltas añadiendo azúcar glasé, miel o el sirope que te guste, chocolate fundido, nata o una crema inglesa caliente, o puedes optar por algo más sano como fruta fresca y yogur natural. El Kaiserschmarren se toma con puré de manzana. Procura no pasarte con la cocción pues, como los huevos revueltos perfectos, esta masa debe quedar jugosa y nunca reseca, o no habrá quien se la coma.

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