Hay ocasiones que piden tener algún dulce especial para el postre, pero no siempre apetece mucho encender el horno. Es entonces cuando hay que prestar atención a los postres fríos, que además sientan de maravilla si encima aprieta el calor. Los vasitos de yogur y dos chocolates son un capricho para los amantes del chocolate, aunque resultan más ligeros que otros postres similares.
No soy muy aficionada al chocolate blanco, pero sí que me gusta emplearlo en algunas recetas, sobre todo por el contraste de color tan bonito que nos ofrece. Esta receta es muy sencilla, por lo que la clave de su éxito está en emplear un buen yogur griego bien cremoso, y chocolates de primera calidad. Las cantidades son un poco orientativas, después de ir probando podéis ajustar los ingredientes y los vasitos a vuestro gusto, haciéndolos más o menos dulces.
Es mejor trabajar con el yogur griego a temperatura ambiente, por lo que comenzaremos dividiendo las cantidades en dos cuencos y dejándolos templar fuera de la nevera una media hora. Colocar las galletas en una bolsa de plástico y machacar con ayuda de algún objeto duro, o triturarlas en una picadora.
Derretir el chocolate blanco al baño maría, añadir la primera medida de yogur y remover bien. Cubrir el fondo de los vasitos con unas cucharadas de las galletas trituradas, apretando bien. Repartir la mezcla de yogur y chocolate blanco por encima. Dejar enfriar hasta para que coja consistencia, alrededor de una hora en la nevera.
Derretir el chocolate negro al baño maría y añadir el resto del yogur. Mezclar con el azúcar vainillado hasta conseguir una crema homogénea. Repartir por encima de la capa de chocolate blanco y dejar enfriar de nuevo en la nevera. A la hora de servir, decorar con unas virutas de chocolate blanco y crocanti de avellana, al gusto.
Tiempo de elaboración | 30 minutos más los enfriados Dificultad | Fácil
Con qué acompañar los vasitos
Serviremos los vasitos de yogur y dos chocolates fríos, para que resulten bien cremosos al paladar. Se pueden decorar con otros añadidos al gusto, por ejemplo con sprinkles de colores, coco rallado, una compota o mermelada de frutos rojos, etc. Si se preparan con mucha antelación, mejor guardar los vasitos en la nevera bien tapados, para que no cojan ningún olor extraño.