La carrera de los Oscar de esta temporada llega a su fin este domingo. Como cualquier entrega de premios, tiene sus propias reglas y no representan el mejor cine, pero es el evento cinéfilo del año, siempre rodeado de glamour y estrellas. Nosotros no nos perderemos la ceremonia y aprovechamos además para celebrar la ocasión por todo lo alto en casa. Porque cualquier excusa es buena para sacar las mejores galas con recetas de lujo para celebrar que también merecerían su propio Oscar.
Las estrellas de Hollwood y demás invitados a la fiesta del cine podrán disfrutar de un extenso menú preparado como siempre para la ocasión, y es que la buena comida no puede faltar en cualquier celebración que se precie. Inspirados por el ambiente vestido y el lujo que rodea a los premios os proponemos una serie de recetas perfectas para organizar un menú de categoría con el que unirnos al evento, o para celebrar cualquier ocasión que se nos presente en casa.
Los aperitivos para abrir boca
La estrella de la función en un menú de celebración suele ser el plato principal, pero eso no quiere decir que debamos descuidar los aperitivos. Todos los invitados esperan ser recibidos con algunos bocados para ir abriendo boca, pero hay que procurar no pasarnos para no llenar demasiado el estómago antes de tiempo. Lo mejor es preparar pequeños platos originales, que no sean pesados y que animen al apetito a lo que vendrá después.
Podemos preparar una tabla de quesos y patés con panes variados, pero será mucho mejor si nos trabajamos nuestro propio pan de ajo con la receta más irresistible y añadimos también un estupendo paté de pollo con oporto para chuparse los dedos. Y es que conviene apostar por aperitivos que se puedan dejar preparados con antelación, como los rollitos de carpaccio con rúcula y dátiles, o unos blinis con aguacate, queso y huevas, o los bombones crocantes de foie.
Los pinchos y tostas funcionan muy bien y podemos calcular las raciones exactas según los invitados. La mayoría se pueden dejar casi listas para terminar de montarlas o darles el golpe final justo en el momento, como la deliciosa tosta de vieiras gratinadas sobre pimientos confitadísimos o el pincho de salmonetes con escamas. ¿Y qué tal unas croquetas? Para estas ocasiones es buena idea prepararlas en forma de pequeñas bolitas y darles un relleno sabroso pero no muy contundente, como las croquetas de puerro confitado.
Entrantes y primeros platos
Mi elección favorita cuando se trata de presentar un entrante o primer plato es una receta en la que predominen las verduras y hortalizas, y creo que la cuchara funciona muy bien. Con raciones contenidas, una crema caliente en invierno o sopa fría en verano, bien presentada, siempre triunfa. Lo mejor es buscar colores llamativos y una buena guarnición, como las cremas bicolor de calabaza y lombarda con langostinos o la de brandada y pimiento, muy vistosas.
También son estupendas las opciones marineras, más ligeras y menos saciantes que los platos de carne. Me gusta la terrina de salmón y queso al eneldo, con una magnífica presentación en la mesa, o las sencillas pero sabrosísimas vieiras con agua de tomate, hierbabuena y lima. Unos mejillones de calidad siempre serán un éxito, mejor si los vestimos con una salsa a la crema de cava, y para los que quieran sorprender pueden animarse con los originales churros de patata, queso y mostaza.
Un plato principal para lucirse
¿Carne o pescado? La elección depende de cada uno, pero en cualquier caso hay que lucirse sin necesidad de complicarse demasiado. Un buen producto siempre marcará la diferencia, como demuestra la sencilla pero irresistible lubina a la sal si se prepara bien. Ahora que empieza la temporada podemos apostar por el magnífico bacalao skrei en costra de mostaza y finas hierbas, o confiar en el infalible salmón vistiéndolo de lujo con la receta en croûte.
Si hay buenos carnívoros en la mesa disfrutarán como niños al presentarles platazos como el lomo de buey a baja temperatura con setas y kale, una presa de cerdo ibérico al Pedro Ximénez o carrilleras de cerdo ibérico a la vainilla. Como alternativa, el risotto de espárragos de Navarra y coral de vieiras es un plato para lucirse, y una buena opción vegetariana y original es el New York Cheesecake salado.
El broche final: hora del postre
Siempre, siempre hay que dejar un hueco para el postre. Pueden lucir mucho ante los invitados si apostamos por recetas muy vistosas y bien presentadas, aunque tampoco hay que ser maestros reposteros para triunfar en una celebración. Dependiendo de lo ambiciosos que seamos y de lo contundente que haya sido el menú, podemos elegir golosos pasteles con chocolate y cremas, algún postre de cuchara o alternativas más frescas con mucha fruta de temporada.
Por ejemplo, si buscamos una tarta para impresionar tenemos la clásica Victoria Sponge Cake, infalible, o el fastuoso Baumkuchen o pastel rayado. Más sencillo de elaborar pero irresistibles para chocolateros es el pastel de chocolate y vino tinto, mientras que con la tarta mousse de queso con interior de fresa nos harán la ola en la mesa.
¿Algo más sencillo pero con lo que también nos podamos lucir y ser originales? La tarta bourdaloue francesa es la elección perfecta, con crema de almendras y peras. Y hablando de fruta, la tarta de fresas con crema de vainilla no es nada complicada y parecerá que la hemos sacado de un escaparate de pastelería. Por último, tres opciones de cuchara, una panna cotta de queso de cabra con geleé de vino tinto y streusel, facilísima, el infalible arroz con leche de Casa Gerardo, y un sorprendente flan vegano de limón. ¡Que nadie se quede sin postre!
Cualquier ocasión es buena para reunirse con amigos o la familia y celebrar lo que sea alrededor de la buena mesa. Con recetas de lujo como estas estamos seguros de que tus invitados te darían un Óscar, porque la buena cocina preparada con cariño también se merece un premio. ¿Qué motivo tienes tú para sacar las mejores galas?
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