Cena o guarnición, esta sartenada de robellones es súper sencilla y está buenísima
Pocos productos representan esa magia especial del otoño como las setas de temporada, y los níscalos o robellones suelen inaugurar la campaña. Es uno de los hongos más agradecidos que apenas necesitan añadidos para cocinarlos en casa, y esta es la forma que más repito cuando no quiero complicarme la vida.
Como ya explicamos, las setas deben estar bien limpias pero no mojadas, y para eliminar el máximo de humedad y potenciar la caramelización y textura hay una técnica infalible, marcarlas bien sin nada de grasa.
Una vez con su textura al punto, en esta receta de níscalos al Pedro Ximénez no tenemos más que saltear con alegría los níscalos en una sartén de hierro donde hayamos hecho previamente un sofrito de cebolla y ajo, agregando piñones y un buen aderezo de tomillo o hierbas provenzales. El toque final lo da el vitado vino, que potencia los sabores dando un toque dulzón.
Se puede devorar tal cual, sin más, como cena súper ligera pero saciante, o podemos emplear las setas como guarnición de una carne o pescado. También es buena idea romper un par de huevos sobre las setas, tapar la sartén y dejar que se cuajen ligeramente, dejando la yema melosa. Al fundirse con las setas el resultado es sublime.
de Buyer 5610.26 Sartén individual, Plata, Metal, 26 cm, 1.95 kg
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