Cuando cada año me atacan los villancicos y los polvorones en fechas más tempranas, casi me dan ganas de tener alguna festividad tan importante como es Acción de Gracias para los estadounidenses, una fiesta que cada vez tiene más presencia en España aunque sea solo como excusa para empezar ya a reunirnos en torno a un festín y probar algo diferente. Y nos sirve como ensayo o inspiración de menús de Navidad, pues el pavo asado es muy típico en muchos hogares españoles.
Quien siga la prensa americana o sus series regulares habrá tenido ya un empacho de Thanksgiving desde la distancia, y es que acapara toda la atención estos días. Además del pavo, ¿sabéis cómo es el menú típico de Acción de Gracias? Os proponemos imitarlo con nuestra propia versión a través de estas recetas.
Ya hemos comentado que los platos típicos de hoy no tendrían mucho que ver con lo que comieron los peregrinos, pero poco importa. Las tradiciones evolucionan y se asientan en la cultura popular convirtiéndose en algo especial, y es que en realidad no hay dos menús de Acción de Gracias idénticos. Claro que están los “clásicos”, pero en cada casa hay variaciones según los gustos y costumbres propias de la familia. Así que no hay que seguir ninguna receta a rajatabla, pero con estas sugerencias podéis montaros un menú al estilo de Acción de Gracias delicioso.
El pavo, rey de la función
Empecemos por lo importante: no hay Acción de Gracias sin pavo, o sin una versión vegetariana. Es el plato principal alrededor del que gira todo el menú, el que requiere una mayor preparación y los máximos cuidados, ya que a pesar de su sencillez puede ser fácil estropearlo. Es un animal muy grande, perfecto para saciar los apetitos de las grandes familias y del que siempre, siempre sobra carne. De hecho, las sobras de pavo son otro manjar con el que sueñan muchos americanos, ideal para bocadillos y otros platos.
Normalmente se compra congelado y por eso también hay que acordarse de sacarlo a tiempo para empezar a asarlo con suficiente antelación. Puntos importantes: acertar con el tiempo de cocción, lograr una carne jugosa con el exterior bien dorado, y que no quede muy reseco o soso. Nosotros tenemos una receta de pavo de Acción de Gracias al más puro estilo de Estados Unidos, sin demasiadas complicaciones. Claro que también hay quien lo prefiere frito, aunque freír un pavo entero no es moco de ídem.
Gravy o salsa
Hay que admitir que la carne de pavo es un poco seca, por mucho que seamos los reyes del asado y lo embadurnemos bien de mantequilla, aceite o caldo. Comérselo solo es impensable en una buena cena de Acción de Gracias, y es que la salsa o gravy juega un papel fundamental. Es otro de esos componentes imprescindibles del menú para el que cada familia guarda su secreto. Aunque parece que en los últimos años mucha gente prefiere ir a lo seguro comprando la salsa directamente en tarro.
Pero si se prepara bien, la gravy cobra su propio protagonismo y termina regando todos los demás platos de la mesa. En realidad es una simple salsa de carne que empieza con un roux y se cocina con caldo, sin prisas para evitar los grumos. La receta de salsa gravy es muy útil para otras ocasiones o para pollo, y otra opción es arreglar un asado que no tiene salsa, o podéis preparar una salsa multiusos para carnes que funciona también con ensaladas.
Salsa de arándanos
Terminamos la trilogía básica del menú de Acción de Gracias con el otro aderezo imprescindible, la famosa salsa de arándanos o cranberry sauce. Seguro que muchos la conocisteis por primera vez viendo alguna serie o película -en mi caso fue 'Friends' y sus míticos capítulos de Thanksgiving-, en aquellos tiempos en los que no sabíamos que existían arándanos rojos y azules. Los cranberries son muy típicos en Estados Unidos durante el otoño, aunque en España todavía son difíciles de encontrar, y normalmente están a precios desorbitados.
Así que podemos ir a lo más fácil y servir nuestro pavo con mermelada o compota, de arándanos rojos o algún equivalente: grosellas, frambuesas, arándanos azules, mora, etc. Esta salsa no tiene tantos seguidores como la anterior, y en muchas casas prefieren comprar un bote y ahorrarse el paso. Pero si encontráis cranberries frescos, la receta de salsa de arándanos va genial con muchos otros platos. También recomendamos probar la receta de mermelada de frutos rojos al horno. Es una delicia que combina de maravilla con carnes asadas como en este caso.
Stuffing o relleno
El concepto de "relleno" del pavo de Acción de Gracias siempre nos resulta curioso. Al menos a mí me llama la atención que se prepare un plato tan calórico y saciante para acompañar un menú ya de por sí pantagruélico, teniendo en cuenta que se sirve al lado del pavo, y no dentro. Es decir, lo lógico sería rellenar el ave con ingredientes como frutas o verduras con alguna grasa, pero el tradicional stuffing terminaría resecándolo más.
En este plato sí que hay muchas variaciones según el toque especial de cada familia, aunque la base son cubos o migas gruesas de pan, normalmente de maíz o una hogaza rústica, con bacon, salchicha, frutos secos o fruta, queso, alguna verdura... En la receta del pavo tenéis las indicaciones para preparar un stuffing clásico muy fácil, que por regla general se sirve en una fuente a modo de guarnición.
Crema de verduras
Para abrir boca e ir preparando el estómago, muchas familias en Estados Unidos preparan una reconfortante crema de verduras de temporada. En teoría es un plato ligero pero yo diría que debe llenar demasiado, teniendo en cuenta que luego hay muchísima comida más. El problema es que lo que llaman creamy soup -sopa cremosa- suele estar bien cargada de nata, mantequilla, leche, queso y/o bacon, pero no se puede negar que son reconfortantes.
Las verduras más usadas para preparar en crema en esta fiesta con la coliflor, el brócoli y, cómo no, la calabaza. Yo recomiendo optar por la primera en una receta que no sume demasiadas calorías, utilizando todo el potencial cremoso natural de la misma coliflor. Y es preferible servirla en porciones pequeñas, que por muy ligeras que sean, las cremas de verduras son saciantes.
Puré de patatas
Dudo que haya alguna mesa de Acción de Gracias que no incluya el puré de patatas. Un plato sencillo -en apariencia, al menos-, humilde y muy básico, pero reconfortante y delicioso. También a nosotros nos recuerda a nuestra infancia y hace una pareja explosiva con la salsa gravy. Hay a quien le gusta más espeso, con una textura rústica en la que se pueda notar la patata, con trocitos de piel... Aunque casi todo el mundo busca un puré de patatas bien cremoso.
Desde luego, no es una guarnición ligera. El puré de patatas consigue su suculenta textura gracias a la buena cocción del tubérculo y también a los ingredientes añadidos, como mantequilla o nata. Seguro que vosotros tenéis vuestro truco para darle un toque especial, pero si nunca habéis hecho uno casero, tenemos también un truco para que el puré de patatas quede esponjoso.
Judías verdes
Entre las guarniciones o side dishes más repetidas en Acción de Gracias encontramos las recetas de judías verdes, normalmente en forma de casserole. Los americanos utilizan la variedad fina o redonda y las suelen combinar con alguna variedad de cebolla frita, glaseada o confitada, bacon o verduras, y a veces alguna salsa cremosa para darles más sabor.
Cuando el horno tiene demasiado trabajo también es una buena opción preparar las judías verdes salteadas para no complicarse más la vida. Una buena receta es la de judías verdes con pomelo y frutos secos, con un toque festivo diferente y rápida de preparar. En realidad las judías admiten casi de todo, así no os cortéis en innovar con especias distintas, una salsa oriental, algo de queso o lo que os apetezca.
Coles de bruselas
Amadas y odiadas a partes iguales, yo soy firme defensora de las coles de bruselas, y me encanta que sean típicas en la cena de Acción de Gracias. Cocidas y blandurrias son aburridas, sosas y poco apetecibles, pero bien preparadas se convierten en una guarnición ligera deliciosa que combina muy bien con la carne del pavo asado.
De nuevo, podríamos enriquecer el plato cocinándolas en el horno con nata, bacon y una buena capa de queso, pero creo que es mejor prescindir de añadidos grasos. Unas simples pero sabrosas coles de bruselas a la salvia pueden ser el acompañamiento ideal de todo tipo de carnes, con unos aromas que os sorprenderán gratamente.
Boniatos de guarnición
El boniato compite con la calabaza en los menús de otoño y también es imprescindible en un buen menú de Acción de Gracias. Ya sea asado, en puré, en sopa o en el postre, es raro que no se cuente con él en esta fiesta. A mí siempre me ha llamado la atención el tradicional plato de sweet potato casserole with marshmallows, un gratinado cremoso cubierto con nubes de azúcar que debe ser una bomba.
Nosotros preferimos optar por una receta sencilla de guarnición de boniatos asados con especias, más ligera pero muy sabrosa. Los aromas de este tubérculo mezclados con las especias otoñales lo convierten en un plato muy reconfortante que bien podría tomarse por sí solo en una noche fría. Y, por supuesto, hace buenas migas con el pavo y su salsa.
Panecillos tiernos
Si la familia que acoge el festín de Acción de Gracias también ha preparado el pan casero, sumará muchísimos puntos más para los invitados. Con tantos platos para cocinar y tantos comensales, la verdad es que puede ser un incordio tener que lidiar con amasados y levados, pero en muchas casas siguen manteniendo la tradición.
En Estados Unidos una buena cena de fiesta se acompaña con panecillos tiernos. Hay muchas recetas diferentes según la tradición de cada casa, pero se busca en general un formato individual de miga suave y esponjosa, como los de esta receta de butter rolls. En algunas zonas se prefiere el cornbread, así que podéis probar también los ricos panecillos de maíz sin gluten.
El dulce final: la tarta o pie
¿Qué se puede hacer después de un menú completísimo lleno de platos diferentes? Tomar postre, por supuesto. Y en Acción de Gracias el dulce obligatorio es la tarta tipo pie, genuinamente americana. Si la familia es numerosa lo normal es que se sirvan varias tartas diferentes -que nadie se quede con hambre-, y así además no hay peleas por decidir qué receta preparar.
Se pueden hacer tartas de muchos tipos distintos, pero hay algunas que son típicas y tradicionales para esta celebración. Está la pecan pie de nueces pecanas, demasiado calórica para mi gusto, la de boniato o batata, la tarta de manzana americana o también la versión apple pie y, por supuesto, la tarta de calabaza. Yo no lo puedo evitar y me decanto por esta última opción, una delicia aromática que pone el broche final perfecto a un festín otoñal, y de la que tenemos otra versión más rústica.
Made in America: Cocinar los productos de culto americanos (Gastronomía)
Ni qué decir tiene que hay muchas más opciones de platos distintos para completar el menú de Acción de Gracias, sobre todo en cuanto a las guarniciones. Sin embargo, con estas recetas podéis montar un festín digno de cualquier familia americana, con nuestro pequeño toque particular. Preparáos para tener sobras casi para un mes, recordad que es parte del encanto de esta fiesta tradicional.
Fotos | iStock.com
En DAP | Qué es el Friendsgiving
En DAP | Thanksgiving Day: la fiesta que comenzó con un grupo de refugiados