Seguro que os ha pasado alguna vez. Preparáis una pieza de carne en el horno y aunque os ha quedado jugosa, apenas ha generado salsa con sus jugos de cocción. En estos casos, puede veniros muy bien saber cómo arreglar un asado de carne que no tiene salsa, para poder aprovecharlo y disfrutarlo como si hubiera quedado jugoso.
Tanto si hacéis redondo de ternera, espaldilla o cualquiera de vuestras recetas preferidas de carne al horno, como si preparáis otras recetas de cerdo, o incluso de pollo, es posible que alguna vez os haya quedado la carne tierna pero sin jugo o salsa con la que acompañarla.
En esos casos, podéis recurrir a acompañar la carne con salsa de tomate frito si la queréis tomar en caliente o servirla con un poco de mayonesa o de mostaza si la tomáis en frío como si fuera fiambre. Hoy os voy a dar una solución para preparar una salsa que os puede servir para acompañar todo tipo de recetas de asados de carne que os puede sacar del apuro.
Cuando preparas un asado, a veces la pieza de carne utilizada es suficiente melosa o tiene la grasa suficiente para quedar bien tierna en el horno pero no para soltar los jugos necesarios para elaborar una salsa. Por poner el ejemplo de la carne que veis en la imagen de arriba, estaba asando un trozo de carne que es la pieza que está entre las costillas de la ternera, una vez deshuesadas. (La costilla iría en el canal central donde se ve la salsa).
Tras hornearlas durante 40 minutos las piezas de carne estaban en su punto, pero para mi sorpresa, esta pieza quedó tierna pero no soltó ningún jugo para que yo pudiera hacer con él una salsa. Apenas dos cucharadas que saqué desglasando lo que se había quedado agarrado en el fondo de la fuente.
Al cortar la carne, parecía más seca de lo normal pero estaba tiernísima gracias a la infiltración de grasa que tenía por lo que mi alternativa era servirla con mi salsa multiusos para todo tipo de asados, o dejarla para tomar en frío con mayonesa o con tomate. Sin embargo, os cuento cómo arreglar con otra salsa rápida este tipo de incidencias.
Cómo arreglar un asado que se quedó sin salsa
Para arreglar la carne, podemos hacer una salsa rápidamente, que además tendrá los sabores y aromas de nuestro propio asado y que servirá para sacarnos del apuro en unos minutos. Para hacerla, necesitamos una cucharada sopera de harina y unos 20 g de mantequilla que derretimos en la sartén.
Con esos ingredientes y un poco de caldo de carne preparamos una velouté, es decir una especie de bechamel hecha con caldo en lugar de con leche. El procedimiento es fácil. Mezclamos la mantequilla derretida con la harina y hacemos un roux espeso que tostamos ligeramente.
Después incorporamos un vaso de caldo de carne o de pollo añadiéndolo poco a poco hasta que la salsa empiece a burbujear, removiendo hasta que espese. Probamos de punto y sazonamos al gusto. Es bueno añadir sal y pimienta y las mismas hierbas con las que hayáis condimentado el asado de carne, en mi caso unas ramas de tomillo.
Finalmente, sobre la crema resultante añadimos -por poca que sea- la salsa que haya soltado nuestro asado, o la que hayamos conseguido desglasando la fuente con un chorrito de vino blanco, y lo batimos en un bol hasta que quede homogéneo, con el sabor de la carne y la textura de una salsa clarita. Si queda demasiado espesa, podemos darle la textura buscada añadiendo un poco de crema de leche.
Para llevar nuestro asado a la mesa, basta servir una o dos cucharadas de la salsa sobre la carne para darle mejor aspecto y dejar el resto en una salsera para que cada uno se pueda servir a su gusto. Espero que no tengáis que usar este truco de cocina pero si algún día os pasa, ya sabéis como salir del paso de modo fácil y rápido.
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