El estado de alarma declarado para frenar la propagación del coronavirus ha dejado a muchas personas aisladas de sus familiares y amigos. Ya sea por haber contraído la enfermedad, o por estar fuera de su residencia habitual, no es poca la gente que se tiene que conformar con ver a sus seres queridos por teleconferencia; y, claro está, comer solo.
Organizar las comidas para uno no es siempre sencillo. La mayoría de raciones de los supermercados están pensadas para familias, y todos los paquetes te quedan grandes. Eso por no hablar del aspecto social que rodea la comida.
Gran parte de la satisfacción de cocinar algo rico reside en ver cómo disfrutan tus invitados o familiares, pero si vas a comer solo la cosa cambia.
Si no ponemos de nuestra parte podemos caer en la más absoluta de las perezas, limitando nuestra alimentación a platos precocinados y elaboraciones muy sencillas como pasta, arroz o huevos, algo que no es muy saludable que digamos.
Por eso, aunque te haya tocado pasar la pandemia solo, te animamos a seguir algunos consejos.
Comidas fáciles, pero eficientes
Es muy difícil pedir a alguien que se complique la vida cocinando para él mismo, pero hay algunas elaboraciones básicas que nos pueden solucionar varias comidas y nos permiten cocinar más cantidad, para no estar todo el rato bajando a hacer la compra.
Nuestro compañero Paco Becerro (Pakus) está estos días cocinando solo. Nos cuenta que está usando mucho el congelador. Los guisos de legumbres se pueden hacer en gran cantidad y congelar en raciones individuales, para ir tirando de ellas, y el pescado se puede comprar en mayor cantidad, y separar en raciones pequeñas.
También es muy útil, explica, hacer un pollo asado entero, cuya carne se puede comer en varias tandas, o con ensaladas, y usar los huesos para hacer caldo.
Por lo demás, explica, tira de recetas fáciles, que se hacen en cuestión de minutos: pasta, pescado al horno, arroces, filetes empanados, revueltos y tortillas….
Comer saludable disfrutando
Otras personas, como Esther Miguel, editora de Magnet, tienen como prioridad mantener una alimentación saludable durante el confinamiento, algo que recomendamos encarecidamente, pues estamos en una situación en la que es muy fácil ganar kilos de más.
Miguel está siguiendo una dieta elaborada por un nutricionista, pero que responde a un criterio básico de platos sencillos, pero sabrosos y equilibrados: pescados al horno, pastas y arroces con verduras, legumbres, tortillas, carne a la plancha, ensaladas… El tipo de platos que se cocinan en cuarto de hora y te solucionan una buena comida con pocos ingredientes.
Ella prefiere, de hecho, cocinar en cada sentada, que andar acumulando tuppers: “En mi caso al menos si hago tuppers noto que luego tomo porciones más generosas o me quedo con más gusa que si he estado delante de los fogones”.
Y esto no quiera decir que nos podamos dar algún capricho. Eva Rodríguez de Luis, periodista compañera de Xataka, también esta sola, pero eso no le impide tomarse el vermú los fines de semana, con su aperitivo. El resto de la semana come saludable, pero ya que no podemos salir de bares, al menos nos queda el consuelo de simular el momento de tapeo en la medida de lo posible.
Un recetario solitario
Para comer saludable pero rico no hace falta ser todo un cocinillas como Becerro, ni siquiera tener un “nivel usuario” y estar preocupado por la nutrición como Miguel (aunque todos deberíamos), basta conocer unas técnicas básicas que se pueden aprender desde cero y empezar por alguna de estas recetas, que puede cocinar cualquiera.
Hemos adaptado los ingredientes a raciones individuales, excepto en aquellas elaboraciones que se pueden congelar facilmente en raciones individuales o sirven para hacer otras comidas.
1. Aguacates al horno rellenos de salmón y huevo
Esta receta no tiene ningún misterio, y solociona una cena en un santiamen. Los ingredientes han sido adaptados para usar tan solo una aguacate. Si no tienes mucha hambre, puedes hacer solo una mitad y dejar el resto para otra elaboración.
Partimos los aguacates por la mitad, a lo largo, con cuidado de no cortarnos. Separamos las mitades y retiramos el hueso. Colocamos las cuatro mitades en una fuente apta para horno, separadas entre si. Cortamos el salmón ahumado en trozos del tamaño adecuado para cubrir los huecos que deja el hueso y los colocamos en su sitio. Separamos las claras de las yemas, guardando las primeras para otra elaboración (aquí podéis encontrar unas cuantas ideas). Colocamos las yemas sobre el salmón y salpimentamos. Cocemos en el horno, pre calentado a 180ºC, durante 10 minutos. Espolvoreamos con pimentón, decoramos con eneldo fresco y servimos inmediatamente.
Enlace a la receta | Aguacates al horno rellenos de salmón y huevo
2. Filetes de pollo empanados al horno
Esta receta está adaptada para dos personas, pero una vez has rebozado los filetes aguantan en la nevera al menos 24 horas. Seguro que, además, hay más de uno que se come 350 g de pollo de una sentada, aunque entonces lo del menú saludable lo olvidamos.
Ingredientes: 350 g de pechuga de pollo en filetes, 1 huevo, 100 ml de leche, 5 ml de mostaza de Dijon, media cucharadita de pimentón dulce o picante, cuarto de cucharadita de comino molido, cuarto de cucharadita de ajo granulado, 75 g de panko o pan rallado, 1,5 cucharadas de copos de maíz tostado sin azúcar, 2 cucharadas de copoa de puré de patata, 1 cucharadita de oregano seco, pimienta negra molida, sal.
Elaboración: Para que queden mucho más crujientes, si los filetes son gruesos, podemos introducirlos en una bolsa de congelación y golpearlos sobre una tabla ligeramente con un martillo de carnes o la maza de un mortero, con cuidado de no romper las piezas. Batir los huevos en un recipiente grande y profundo con un tenedor; añadir la leche, la mostaza, el pimentón, el comino, el ajo, y salpimentar ligeramente. Batir hasta tener una mezcla homogénea e introducir el pollo, removiendo para que se cubra bien. Tapar con film y dejar en la nevera como mínimo una hora, mejor dos. Precalentar el horno a 200ºC y preparar una bandeja grande, con papel sulfurizado o de aluminio pintado con aceite. Mezclar el resto de ingredientes en otro plato o fuente para formar un rebozado homogéneo. Sacar el pollo, dejando que escurra el líquido ligeramente pero sin secarlo, y rebozar cada pieza presionando con fuerza en el rebozado. Colocar cada pieza en la bandeja y hornear durante unos 20 minutos. Girar cada filete con unas pinzas, con cuidado de no quemarnos, pasados 15 minutos. Podemos dar un golpe de gratinador subiendo la bandeja en los últimos minutos, para que se dore más.
Enlace a la reteca | Filetes de pollo empanados al horno
3. Espirales de calabacín con vinagreta de sesamo
Estos espaguetis de calabacín, también conocidos como zoodles, se venden ya hechos en muchos supermercados, pero es mucho más barato, y nada complicado, hacerlos en casa. La receta está adaptada para una persona, usando dos calabacines pequeños, pero si tienes uno tirando a grande es más que suficiente.
Ingredientes: 2 calabacines pequeños, 2 dientes de ajo, 15 ml de aceite de oliva virgen extra, 10 ml de mostaza de Dijon, 5 ml de vinagre de manzana o Jerez, 5 ml de zumo de limón, 20 ml de tahini, miel, queso parmesano o similar al gusto, semillas de sésamo tostadas, pimienta negra molida, sal y orégano seco o fresco al gusto.
Elaboración: Lavar y secar bien los calabacines. Sacar los tallarines usando un espiralizador, una mandolina, un cortador manual o un pelador con dientes. Con estos últimos métodos habrá que ir girando el calabacín para sacar las tiras antes de llegar al corazón, más duro y con semillas, que podemos reservar para una crema o sopa. Disponer en un colador, echar una buena pizca de sal y remover. Dejar que escurra un poco el agua durante unos 15 minutos. Mientras, preparar la salsa batiendo en un cuenco todos los ingredientes. Probar y ajustar las cantidades al gusto. Laminar muy finos los ajos y dorarlos en una sartén con un poco de aceite de oliva, vigilando que no se quemen. Si usamos sésamo crudo, tostarlo también (1-2 cucharaditas). Escurrir bien el calabacín, pero con suavidad, y echar a la sartén. Salpimentar y dar unas vueltas ligeras. Añadir una parte de la salsa vinagreta y saltear a fuego vivo durante unos 2-3 minuto, o un poco más si se prefiere una textura más tierna. Servir con el resto de la salsa, queso recién rallado y más sésamo.
Enlace a la receta | Espirales de calabacín con vinagreta de sesamo
4. Pechugas de pollo al horno
Esta receta está pensada para dos pechugas de pollo enteras. Se pueden reducir todos los ingredientes a la mitad, pero ya que te pones es recomendable hacer las dos, comerse una caliente, y guardar la otra fría para acompañar una ensalada Cesar de pollo, o servirlo con aguacate o en un sándwich.
Ingredientes: 2 pechugas de pollo, 1l de agua tibia, 75 g e sal, 20 g de aceite de oliva virgen extra, 5 ml de zumo de limón, 30 g de mostaza de Dijon, una pizca de pimienta negra molida, 2 cucharaditas de pimentón dulce, media cucharadita de pimentón picante, media cucharadita de comino molido, media cucharadita de ajo en polvo.
Elaboración: Limpiamos bien las pechugas, retirando las grasa y los tendones, y secamos con papel de cocina. Disolvemos la sal en el agua dentro de un recipiente amplio y sumergimos las pechugas, que queden totalmente cubiertas. Dejamos reposar en la salmuera entre 30 minutos y una hora. Si hace calor, mejor en la nevera. Transcurrido el tiempo de reposo retiramos las pechugas de la salmuera. Colocamos en una fuente de horno, bien secas, y rociamos con el aceite de oliva virgen extra. Añadimos el zumo de limón, la mostaza y una pizca de pimienta negra. Espolvoreamos con el resto de especias (los dos tipos de pimentón, el comino y el ajo en polvo) y frotamos las pechugas por todos lados para que queden bien cubiertas. Introducimos la fuente con las pechugas en el horno, precalentado a 200ºC con calor arriba y abajo, y cocemos durante 25-30 minutos. Volteamos a media cocción para que se hagan de manera uniforme. Retiramos del horno, cortamos en rodajas y servimos inmediatamente.
Enlace a la receta | Pechugas de pollo al horno.
5. Tomates cherry con salsa de yogur
Hemos adaptado esta receta, pensada originalmente para dos personas, a medidas individuales. Se puede tomar sola, acompañada de pan, como una ensalada ligera, o como guarnición junto a un sencillo filete de ternera o pollo a la plancha.
Ingredientes: 175 g de tomate cherry, 1 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, un cuarto de cucharadita de comino en grano, media cucharadita de azúcar moreno, diente y medio de ajo, una ramita y media de tomillo fresco (o media cucharada de seco), una ramita y media de orégano fresco (o media cucharada de seco), medio limón, 175 g de yogur griego, media cucharadita de guindilla, sal, pimienta negra molida.
Elaboración: Enciende el horno a 200º C, con el ventilador en marcha. Mientras se calienta, coloca los tomates en un bol y mézclalos con el aceite de oliva, el comino, el azúcar, el ajo cortado en láminas finas, el tomillo, el orégano, tres tiras de piel del limón, media cucharadita de sal (si es en escamas, mejor) y una buena pizca de pimienta. Pasa la mezcla a una fuente para el horno, lo bastante grande para que quepan los tomates sin amontonarse. Cuando el horno alcance los 200ºC mete la bandeja y hornea los tomates durante 20 minutos, hasta que empiecen a tostarse y a burbujear. Pasado este tiempo, enciende el grill y gratina los tomates entre 6 y 8 minutos. La piel de los tomates debe quedar chamuscada por arriba, pero debemos estar atentos de que no se quemen demasiado. Mientras los tomates se asan, mezcla el yogur con una cucharadita de ralladura de limón y un cuarto de charadita de sal. Guárdalo en la nevera antes des servir. Es importante que esté frío. Cuanto los tomates estén listos, extiende el yogur en un plato grande o un bol poco profundo, formando un reborde alrededor. Vierte encima los tomates calientes con todos sus jugos, la peladura del limón, el ajo y las hierbas. Espolvorea un poco más de orégano y añade, si te gusta el picante, la guindilla en copos. Sirve el plato enseguida, acompañado de una barra de pan.
Enlace a la receta | Tomates cherry asados con salsa de yogur
6. Huevos en cocotte con tomate y queso de cabra
Estos huevos en cocotte se puede elaborar en cualquier recipiente individual que podamos meter en el horno, como una pequeña cazuela de barro o, incluso, un tupper de cristal. Las medidas, con dos huevos están pensadas para tomarlo como plato único, pero basta echar solo un huevo y reducir el resto de ingredientes a la mitad, si se quiere tomar una cena más ligera (o, también, como desayuno).
Ingredientes: 2 huevos, medio diente de ajo, 1 chalota, 2 tomates bien maduros o en conserva, orégano fresco o seco al gusto, tomillo fresco o seco al gusto, 20 g de queso de cabra de rulo cremoso, pimentón dulce, pimienta negra molida, sal, aceite de oliva virgen extra, pan tostado para servir.
Elaboración: Precalentar el horno a 170ºC y engrasar con aceite dos moldes individuales. Escoger una bandeja profunda o fuente para llenarla de agua y reservar. Pelar los tomates y sacar las semillas, si los usamos naturales, y trocear. Picar el diente de ajo y la cebolleta. Calentar un poco de aceite de oliva en una sartén y pochar la cebolleta con el ajo y una pizca de sal, durante unos 3 minutos. Añadir los tomates y cocinar, removiendo de vez en cuando, a fuego medio unos 5 minutos. Añadir el tomillo, el orégano (o usar albahaca, romero...) y salpimentar. Debe quedar espeso. Llenar la base de los moldes con la salsa de tomate, formar un pequeño hueco en el centro y romper en el interior cada huevo. Puede ser más fácil si rompemos los huevos de uno en uno en un cuenco o cucharón aparte y los deslizamos desde ahí. Repartir el queso de cabra desmenuzado por encima y salpimentar. Hornear a baño maría colocando los ramekins en la bandeja con agua caliente, unos 12-15 minutos, hasta que la clara haya cuajado pero la yema siga melosa, al gusto. Servir con un poco de pimentón por encima, pan tostado y una ensalada verde o algo de jamón.
Enlace a la receta | Huevos en cocotte con tomate y queso de cabra
7. Caldo de pollo
Esta receta no está pensada para una persona, pero es quizás la elaboración más socorrida que podemos hacer si vivimos solo. Se puede congelar sin problema en botes, para tener un rico caldo en cualquier momento, pero, además, es la base de muchas otras recetas fáciles, como la sopa de ajo o la de cebolla. Además se puede utilizar para que queden más sabrosas todo tipo de legumbres. Para elaborarlo se pueden usar carcasas de pollo, o los restos de un pollo asado.
Ingredientes: 4 carcasas de pollo, 4 alitas de pollo, 1 puero, 1 nabo blanco, 2 cebolletas, 2 zanahorias, pimienta negra en grano, 1 hoja de laurales, tomillo y romero fresco.
Elaboración: Colocamos las carcasas y las alitas de pollo en una fuente y las tostamos en el horno, precalentado a 250 ºC con calor arriba y abajo, durante 30 minutos. Mientras tanto lavamos, pelamos y cortamos todas las verduras. Una vez tostado, pasamos el pollo a una cacerola amplia junto con las verduras troceadas, las hierbas y los granos de pimienta. Añadimos tres litros de agua y calentamos a fuego alto para que alcance el hervor. Entonces bajamos el fuego y cocemos durante una hora y media aproximadamente. Desespumamos y retiramos las impurezas que suelta el pollo hasta que el caldo esté limpio. Es imprescindible que el fuego esté bajo. Si el agua hierve a borbotones las impurezas se mueven demasiado, la espuma se dispersa y la tarea de limpiar el caldo se termina convirtiendo en una batalla campal. Transcurrido el tiempo de cocción dejamos enfriar el caldo antes de colar. Desechamos los tropezones y guardamos el caldo en la nevera hasta el día siguiente. Retiramos la grasa que, con el frío, ha solidificado en la superficie y colamos el caldo para limpiarlo aún más. Ahora tan solo queda salpimentar el caldo de pollo ligero al gusto y listo para tomar por sí solo o usar en otras elaboraciones.
Enlace a la receta | Caldo de pollo
8. Bacalao al horno
Esta receta de pescado al horno está pensada para el bacalao, un pescado muy socorrido estos días, pues se puede comprar salado e ir hidratando poco a poco en raciones individuales. Hemos adaptado la receta a 225 gramos de pescado, perfecto como ración en plato único para una persona.
Ingredientes: 225 g de bacalao desalado (o fresco), media cebolla, medio pimiento rojo tipo morrón, 2 dientes de ajo, 1 guindilla de cayena, 1 hoja de laurel, aceite de oliva virgen extra, pimienta negra molida, sal y vino blanco (opcional).
Elaboración: Precalentar el horno a 180ºC y preparar una fuente de vidrio o similar. Cortar la cebolla en juliana y el pimiento lavado en tiras, desechando las semillas y filamentos internos. Laminar los ajos, reservándolos aparte. Combinar las verduras en la fuente, salar ligeramente, añadir el laurel y un chorro generoso de aceite de oliva. Mezclar bien y hornear 10 minutos; remover y continuar el horneado unos 8-10 minutos más, hasta que la cebolla esté bien tierna. Mientras tanto, preparar el pescado secándolo con papel de cocina y dejando que se atempere un poco. Colocar sobre las verduras, añadiendo otro chorrito de aceite por encima y, si tenemos, un poco de vino blanco. Devolver al horno. Preparar un refrito de ajos mientras el pescado se cocina. Calentar un fondo de aceite en una sartén pequeña y cocinar los dientes laminados con las cayenas a temperatura suave, cuidando que no se quemen. Deben quedar dorados y crujientes. Cuando el bacalao esté listo, tras unos 15-20 minutos, según el grosor, echar el contenido de la sartén por encima del pescado y servir inmediatamente.
Enlace a la receta | Bacalao al horno
9. Lentejas con verduras
Estas lentejas prescinden de nuestro querido chorizo, pero están que te mueres. Hemos calculado las cantidades para unas dos raciones, pues se trata de un plato que se puede congelar perfectamente para disfrutar más adelante (nada te impide, claro, hacer más cantidad y tener para más ocasiones).
Ingredientes: 175 g de lentejas pardiñas, 1 diente de ajo, 1 hoja de laurel, media cebolla, zanahoria y media, medio pimeinto rojo, medio pimiento verde, agua o caldo, sal, pimienta negra molida, media cucharadita de pimentón dulce.
Elaboración: Pelamos y lavamos todas las verduras y, en el caso de los pimientos, despepitamos. Las introducimos en una olla a presión junto con las lentejas (sin remojar), el pimentón y la hoja de laurel. Añadimos suficiente agua, caldo de verduras o mezcla de ambos para cubrir los ingredientes y cerramos la olla, colocando la válvula en la posición 2. En el momento en que empiece a salir el vapor, bajamos la intensidad del fuego (medio alto) y contamos 15 minutos. Apagamos el fuego y dejamos que el vapor salga lentamente. Cuando esto ocurra, abrimos la olla y retiramos las verduras. Al estar enteras, esto resultará fácil. Si preparáis las lentejas en una olla tradicional, el procedimiento es el mismo a excepción del tiempo de cocción que será mayor: 50 minutos y con la tapadera puesta. Esto permite comprobar el punto en cualquier momento. Trituramos las verduras con un poco de líquido de la cocción con una batidora de brazo. Podemos pasar el puré resultante por un colador o devolverlo tal cual a la olla. Salpimentamos al gusto, damos un último hervor para homogeneizar y servimos.
Enlace a la receta | Lentejas estofadas
10. Patatas al horno con queso
Esta receta de patatas asada es muy versátil, y se puede tunear con todo tipo de rellenos. Esta versión es vegetariana, pero si quieres hacerla más contundente puedes añadir a esta misma receta beicon, carne picada o, incluso, chorizo. Hemos adaptado los ingredientes a una sola patata, una ración perfecta para una persona (las cantidades del vídeo son para cuatro personas).
Ingredientes: 1 patata mediana, aceite de oliva, pimienta negra molida, sal, 1 huevo, cuarto de cucharadita de mostaza de Dijon, dos champiñones laminados, 10 g de queso de cabra, 10 g de queso mozzarella, perejil fresco, creme fraiche para servir (opcional).
Elaboración: Lavamos y secamos la patata, colocamos en una fuente de horno y rociamos con un poco de aceite. Asamos la patata en el horno a 170º C durante 45-60 minutos o hasta que esté tierna. Retiramos y dejamos atemperar. Cortamos la parte superior de la patata y vaciamos en un cuenco. Machacamos con un tenedor y añadimos los champiñones, limpios y picados, los huevos batidos, la mostaza, el queso de cabra y unas hojas de perejil fresco picado. Salpimentamos al gusto. Rellenamos la patata con la mezcla anterior, de manera generosa (sobrará relleno al que podemos añadir más huevo y cuajar como una tortilla). Espolvoreamos con la mozzarella rallada y horneamos nuevamente a 170º C hasta que la superficie esté dorada. Servimos caliente.
Enlace a la receta | Patatas al horno vegetarianas.
11. Salmón al horno en papillote
Esta receta es muy sencilla de preparar en raciones individuales, ya sea en un recipiente de tipo Lekue, o con papel de plata. Si queremos ahorrar viajes a la pescadería, podemos comprar un lomo entero, y congelarlo en raciones individuales, para hacer esta receta, o cualquier otra.. Esta receta se puede hacer también en microondas en un recipiente adecuado (obviamente, no en papel de plata).
Ingredientes: 100 g de salmón fresco limpio, 50 g de cebolla, medio pimiento verde italiano, 1 zanahoria, pimienta negra y sal.
Elaboración. Cortamos las verduras limpias en bastones finos o juliana, del mismo tamaño. Las colocamos en un estuche de silicona o en un paquete hecho con papel de horno o de aluminio. Para hacerlo, cortamos una pieza de unos 60x30 cm y la doblamos por la mitad. Añadimos un poco de sal, un chorrito de vino, otro de aceite de oliva y un poco de agua. Colocamos el salmón cortado en trozos de unos 50 o 60 g cerramos el estuche o paquete con unos pliegues que aseguren que vaya a quedar más o menos hermético. Cocinamos en el microondas a 4 minutos a máxima potencia o en horno precalentado a 200º C durante unos 15 minutos.
Enlace a la receta | Salmón al horno al papillote.
12. Pasta con garbanzos
Este tradicional plato italiano es la mar de reconfortante, es fácil de preparar, y es genial como plato único en la comida. Hemos adaptado las cantidades para dos raciones normales o una si eres de buen comer. Y si sobra seguro que te apetece repetir al día siguiente.
Ingredientes: Un diente de ajo, 22 ml de tomate concentrado, media cucharadita de romero seco, 200 g de garbanzos cocidos escurridos, 75 g de pasta para sopa, tipo tiburón o ditalini, 300 ml de agua, sal, aceite de oliva virgn extra, chul en copos o cayena al gusto.
Elaboración: Calentar un buen fondo de aceite de oliva en una cazuela y cocinar los ajos enteros, pelados, dejando que se doren bien pero cuidando de que no lleguen a quemarse. También podemos echar un par de ajos asados o confitados previamente, si los tenemos. Añadir la pasta de tomate concentrado con una pizca de sal y romero y mantener la cocción, removiendo constantemente, a fuego medio, dejando que se disuelva en el aceite y suelte todo su aroma, alrededor de 1 minuto. Aplastar los ajos, remover y echar los garbanzos escurridos. Remover bien, con suavidad, rascando el fondo de la cazuela, y cubrir con el caldo o agua. Podemos echar más o menos cantidad según queramos una sopa más caldosa o, más tradicional, tipo guiso. Cuando llegue a ebullición, añadir la pasta y remover. Cocinar el conjunto a fuego suave hasta que la pasta esté cocida o el caldo haya reducido al gusto. Corregir el punto de sal y servir con copos de chile o unas cayenas desmenuzadas, y un poco de romero seco.
Enlace a la receta | Pasta e ceci
13. Fritada riojana
Esta especie de pisto que se prepara en La Rioja es más sencillo de preparar que su versión manchega y es perfecto para servir con arroz, una pechuga de pollo o unos buenos huevos fritos. Hemos calculado la cantidad para una ración, pero se puede hacer más cantidad si se quiere usar como guarnición más días (aunque como lleva tomate y mucho agua no congela bien).
Ingredientes: 1 diente de ajo, media cebolla, medio pimiento verde, 2 tomates pera, aceite de oliva virgen extra, sal y azúcar (opcional).
Elaboración:: Pelamos y picamos los dientes de ajo y la cebolla. Calentamos un poco de aceite de oliva en una cacerola o sartén y pochamos ambos a fuego suave. Mientras tanto lavamos el pimiento, retiramos las semillas y el pedúnculo y lo troceamos. Añadimos a la sartén, removemos y continuamos pochando. Pelamos los tomates y los troceamos. Agregamos a la sartén y sazonamos al gusto. Si los tomates son muy ácidos podemos añadir un poco de azúcar para equilibrar (opcional). Dejamos cocer todas las verduras a fuego muy suave durante 25-30 minutos o hasta que estén tiernas y el tomate forme una salsa cremosa.
Enlace a la receta | Fritada riojana
14. Ensalada Waldorf
Esta ensalada es muy socorrida, y es genial como plato único en la comida o cena. De nuevo, hemos adaptado las cantidades para una sola persona (en el vídeo los ingredintes son para dos).
Ingredientes: 1 cogollo de lechuga, 1 rama de apio, media manzana, 30 g de nueces peladas y tostadas, 30 g de uvas pasas sultanas, media yema de huevo, 30 g de mayonesa, 12 g de leche evaporada.
Elaboración: Tostamos las nueces en una sartén y reservamos mientras se enfrían. Mezclamos la yema de huevo con la mayonesa y la leche evaporada. Cortamos el apio en tiras y las manzanas en bastones. Mezclamos con la salsa. Lavamos los cogollos de lechuga, retiramos las hojas externas y colocamos las mejores hojas en la base de una fuente de servir. Colocamos las nueces troceadas por encima y, en caso de usarlas, también las uvas pasas. Podemos guardar en la nevera durante un par de horas o servir inmediatamente. Al gusto.
Enlace a la receta | Ensalada Waldorf.
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