Esta es la mejor receta para cocinar una cena ligera y saludable con cualquier verdura que tengas en la nevera

A pesar de que me apasionan las verduras en casi todas sus formas, a veces se pierde la inspiración y las ganas de cocinar. Suele ocurrir a la hora de la cena, cuando solo quieres tener un plato caliente sabroso pero, a ser posible, saludable y que no sea muy pesado para el estómago.

En ese caso no hay mejor receta que las verduras estofadas sin grasas, un plato que se adapta a lo que tengamos en la nevera o la mezcla de hortalizas de temporada que más nos guste. En media hora las tendremos listas y solo hay que manchar una cazuela.

El truco está en mezclar las verduras con cortes acorde a su tiempo de cocinado, para que se hagan a la vez todas juntas y nos podamos olvidar una vez pongamos todo al fuego. En realidad casi todos los vegetales se pueden consumir también crudos o al dente, así que va un poco en gustos del punto de cocción. ¿Te gustan las judías verdes muy hechas y blanditas? Córtalas muy chiquitinas. ¿Te gusta el sabor de los champiñones crudos? Elige piezas más grandes y trocea o lamina los ejemplares más gruesos.

Para cocinarlas sin añadir grasa y que queden muy sabrosas, incluso para mojar pan si tenemos de buena calidad en casa, solo necesitamos un poco de vino blanco o vino de cocina, caldo de verduras y alguna hierba o especia. Un tomate rallado sin piel también contribuye a hacer un fondo casi como una salsa, pero puedes recurrir a tomate en conserva si lo prefieres.

Lo ideal es disponer de caldo casero, aunque nos apañamos con alguno comercial de brick que sea decente; y tampoco pasa nada por usar un poco de caldo concentrado en pastillas de vez en cuando si no queda más remedio. Para dar incluso más sabor puedes echar un poco de salsa de soja -mejor reducida en sal-, salsa Perrins, una cucharadita de mostaza, algo picante, etc.

Una buena ración de verduras es saciante y de fácil digestión para cenar, aunque podemos completar el plato con algo de proteínas fáciles si nos apetece cocer huevo duro o hacer algún huevo a la plancha. Una lata de sardinas, anchoas o bonito en aceite también son buenos acompañamientos, con grasas saludables.

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