En épocas más calurosas siempre me apetece arrancar el día con platos más refrescantes; es cuando recupero la moda de los smoothie bowls para aprovechar la fruta de temporada. Pero me he dado cuenta de que no hace falta emplear ingredientes congelados para lograr una textura cremosa y saciante como en el açai bowl; un smoothie bowl como este de mango y plátano con frutos rojos y chía es perfecto para todo el año.
Ahora que es fácil encontrar mango nacional casi todo el año es mi fruta base favorita para preparar batidos y smoothies; además podemos recurrir al formato congelado para tener siempre a mano. Se tritura fácilmente, es muy cremoso y combina de maravilla con otras frutas, incluyendo las más ácidas. Para darle más cremosidad utilizo yogur skyr o griego natural, muy espeso y rico en proteínas.
Hay que asegurarse de disponer de un mango aromático y jugoso, maduro pero aún ligeramente firme, al igual que el plátano. Cortar y pelar para sacar la pulpa, reservado los jugos que pueda soltar. Trocear y triturar en una picadora, batidora, robot o similar.
Añadir el plátano pelado y volver a triturar. Incorporar el yogur escurrido y triturar de nuevo. Añadir a continuación la cúrcuma, la pimienta, ralladura de limón, la mantequilla de cacahuete (u otra crema vegetal) y activar el robot de nuevo para combinar todo bien. También podemos darle un toque de vainilla o usar lima.
Comprobar la textura para que no queden grumos y probar el sabor. Si estuviera muy espeso podemos rebajarlo con el jugo del mango o añadiendo leche o zumo de naranja. Repartir en cuencos con los frutos rojos lavados y semillas de chía o de otra variedad. Servir inmediatamente.
Con qué acompañar el smoothie bowl de mango
En el desayuno, merienda o almuerzo a media mañana, este smoothie bowl de mango y plátano con yogur se puede tomar tal cual o acompañar con café, té o lo que más nos apetezca. Si buscamos una comida más completa podemos añadir a la mesa un poco de buen pan -mejor si es de corteza crujiente y con cereales, o tostado-, frutos secos o una mezcla de muesli casero sin azúcares.