El concepto de “ensalada cremosa” se limitaba en mi repertorio a la ensaladilla rusa, hasta que descubrí que es una elaboración típica en otros países, sobre todo para rellenar bocadillos y sándwiches. La más clásica se elabora con pollo o cangrejo, pero en cuanto vi esta versión vegetariana de ensalada de garbanzos y zanahoria agradecí tener un tarro de la legumbre en la despensa.
Es una receta que si probáis a hacerla pronto os veréis versionándola a vuestro gusto, pues resulta muy fácil cambiar algunos ingredientes o ajustar la textura, que queda perfecta con el procesador del robot Magimix Cook Expert. Además es muy versátil; me gusta el formato sándwich para tomar fuera de casa o delante de la tele, pero también se puede llevar en tupper o servir como picoteo para mojar.
Escurrir los garbanzos y enjuagar con suavidad bajo el grifo de agua fría, en caso de usar una conserva. Si tenemos sobras de garbanzos cocidos en casa, los podemos usar sin problemas. Yo además aprovecho para quitar algunas pieles, si se asoman. Secar con suavidad con papel de cocina.
Lavar y secar bien la zanahoria, el apio y el repollo (solo necesitamos un trocito, o se puede omitir). Cortar la punta de la zanahoria, pelar un poco y quitar los filamentos gruesos del apio. Cortar media cebolleta no excesivamente grande. Si la zanahoria es pequeña necesitaremos más de una para alcanzar los 100 g, lógicamente.
Colocar la cuba transparente del robot Magimix Cook Expert y dentro la cuba pequeña con su cuchilla. Añadir los garbanzos, cerrar y triturar pulsando a golpes muy cortos, para machacar sin llegar a triturar del todo. Buscamos una textura granulosa, sin llegar a formar una pasta. Retirar a una fuente.
Retirar la cuba pequeña, colocar la mediana y el disco rallador fino. Rallar la zanahoria, la cebolleta, el apio y el repollo. Añadir a los garbanzos.
Salpimentar ligeramente, añadir cúrcuma y pimentón picante al gusto y mezclar. Podemos agregar también un poco de perejil picado al gusto, o cilantro. Echar el yogur, la mostaza, el limón, las alcaparras y el aceite de oliva.
Mezclar todo con suavidad hasta tener una combinación homogénea. Probar y ajustar el punto de sal y pimienta. Si la queremos más cremosa podemos echar más yogur, aceite o mostaza. También le iría bien una veganesa.
Formar los sándwiches combinando la ensalada con unas hojas de brotes de espinaca baby o de otras hojas verdes. El pan se puede tostar un poco, aunque usando una variedad recia algo rústica, con centeno, debería aguantar bien.
Elaboración tradicional
Para hacer esta receta de forma tradicional, solo hay que usar la fuerza personal e invertir un poco más de tiempo.
Para ello, machacar los garbanzos ya escurridos y lavados con un buen tenedor o un utensilio de los que se utilizan para hacer puré de patatas, procurando no pasarnos de fuerza. Las verduras las rallaremos a mano con un buen rallador fino, pesando bien las cantidades después.
Con qué acompañar el sándwich de ensalada de garbanzos
Con estas cantidades salen un par de sándwiches de ensalada de garbanzos generosos, que lógicamente se pueden ajustar según queramos comer más o menos. Las sobras aguantan bien en un tupper en la nevera, y se puede usar también para hacer tostas más pequeñas. Si no somos veganos podemos añadir queso cremoso -o usar una alternativa vegana- o incluso añadir unas anchoas, que le irían estupendamente bien.
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