Pocas salsas para pasta tienen el nombre y predicamento de la salsa carbonara. Sea la opción purista de la salsa carbonara con huevo, como la que hoy os traemos, o la falsa salsa carbonara con nata, tan extendida en la cocina española, ambas opciones son magníficas para nuestro espaguetis (o spaghetti), macarrones o cualquier tipo de pasta.
Hoy, aprovechando la versatilidad de las recetas con Thermomix, vamos a hacer en ella una carbonara canónica —sin bacon, nata, champiñones, cebolla— y sí con huevo, pimienta, guanciale y una pizca del agua de cocción de la pasta que elijamos.
La receta es sencillísima y la vamos a tener lista en apenas diez minutos y nos servirá para hacer unos spaghetti carbonara —o cualquier otra pasta carbonara— sin apenas esfuerzo. De hecho, incluso podría servir para ese otro sacrilegio sabroso que son las pizzas carbonara.
Entre las claves del plato solo habría que citar elegir ingredientes de calidad, en este caso contando con buenos huevos, un buen guanciale —que podríais sustituir si fuerais muy apurados por un buen beicon— y un buen queso parmesano rallado.
Cortar el guanciale en dados de cinco milímetros y cocinarlo a Velocidad 1 y Temperatura Varoma durante seis minutos o hasta que se dore, reservar el guanciale y la grasa.
En el mismo vaso incorporar las yemas de huevo, el parmesano rallado, la grasa del guanciale y parte del guanciale dorado (la parte que queda es para decorar el plato), poner a punto de sal y generoso de pimienta negra recién molida.
Terminar la salsa ligándola con el agua de cocción de la pasta a Velocidad 1 y Temperatura 60 ºC durante dos minutos.
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Cómo utilizar la salsa carbonara de Thermomix
Cualquier tipo de pasta le va a la salsa carbonara, aunque las mejores opciones siempre suelen ser las pastas largas, ya sean frescas o secas, como los spaghetti, los linguine, los tagliatelle o los pappardelle. Eso no quiere decir que macarrones, rigatoni, penne o tiburones no queden bien, pero lo más purista es que sean pastas largas.
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