Reconozco que esta forma de comer a base de aperitivos, canapés, tostas y otras variantes me encanta y me parece muy divertida, en especial cuando llega el fin de semana. Por eso después de las bruschettas caprese que hicimos el otro día, hemos preparado otra receta con el mismo formato, aunque esta es un poco más elaborada. Se trata de unas bruschettas de jamón con rúcula y asadillo de pimientos que son un auténtico lujo por la combinación de sabores.
Como ya os hemos cicho otras veces, lo más importante en este tipo de recetas rápidas y sencillas, es tener bien listos todos los ingredientes, para que al terminar de tostar el pan, podamos montar las tostas o bruchettas mientras estén calentitas, y servirlas inmediatamente antes de que se enfríen.
Para la receta de hoy el único ingrediente que lleva más tiempo es eñ pimiento que tenemos que asar durante una hora en el horno. Con las cantidades que he puesto, además de las bruschettas, tendréis una buena cantidad para hacer ensaladas, guarniciones o darle salida en muchos platos.
Ponemos los pimientos y el tomate -truco de mi abuela que decía que era el que daba el gusto a los jugos- en una fuente de horno y añadimos unos granitos de sal y pimienta y un chorrito pequeño de aceite de oliva. Horneamos durante unos 40 minutos a 190ºC aproximadamente, dejando que los pimientos se chamusquen un poco mientras les damos la vuelta cada 10 minutos para que se hagan de forma uniforme.
Cuando se enfrían un poco es muy sencillo retirarles la piel. Luego los cortamos en tiras y los aliñamos con aceite de oliva, un chorrito de vinagre y todos los jugos de la cocción que colamos para que no haya semillas.
Para montar la bruschetta, tostamos el pan, colocamos sobre él las hojas de rúcula y una buena ración del asadillo de pimientos. Rematamos con lonchitas de jamón colocadas en forma de rollito para darle volumen y si queréis, una lonchita más por encima. Servimos inmediatamente con un poquito de aceite de oliva.
Con qué acompañar las bruchetas de jamón con rúcula y pimientos asados
Estas bruschettas de jamón con rúcula y pimientos son excelentes a la hora del aperitivo o incluso como plato para una cena ligera. Si las tomáis con el pan calentito y crujiente, los contrastes del dulce del pimiento, el salado del jamón y el toque amargo de la rúcula son equilibrados y geniales. Si queréis darles otro toque, poned por encima una fina lasca de parmesano... (estoy salivando al imaginarlo)
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