La primera vez que vi una cebolla de color rosa intenso fue tomando unos taquitos de cochinita pibil, coronados con este ingrediente. Así fue como descubrí la cebolla encurtida, el complemento perfecto para las recetas de pinchos y aperitivos que hoy os vamos a enseñar a preparar en casa.
Su sabor ligeramente ácido y su textura crujiente, contrasta estupendamente tanto con recetas de carne como de pescado, y aporta ese toque especial que los encurtidos dan a los pinchos y aperitivos. Lo bueno es que prepararla en casa es muy fácil.
Para hacer la cebolla encurtida, comenzamos cortando las cebollas en una juliana fina. Lo podemos hacer a cuchillo o utilizando una mandolina, recordando no ponernos justo encima de la cebolla para evitar que nos haga llorar. Para esta receta usaremos cebollas moradas, ya que así al encurtirse quedarán con un color entre rosa y rojo, dependiendo del tiempo que las dejéis marinando y de la variedad de cebolla. Si utilizáis cebolla blanca, también obtendréis una cebolla encurtida pero no tendrá ese bonito y peculiar color.
Distribuimos las tiras de cebolla en una fuente y las espolvoreamos con un pellizquito de sal y el zumo de un limón, removiendo y mezclando bien. Dejamos reposar unos 15 minutos. Después, agregamos agua abundante, tapamos y agitamos la fuente para retirar así la sal, y tiramos después el líquido.
Una vez hecha esta operación, añadimos en la misma fuente de la cebolla 50 ml de agua, el zumo del otro limón, la cucharada de salsa soja, el vinagre, -mejor uno suave tipo de sidra o de manzana- y las especias. Tapamos y agitamos, removiendo y dejando que todo se mezcle bien. Si nos falta líquido podemos añadir más mezcla de agua y zumo de limón para conseguir que la cebolla esté bien húmeda dentro de la fuente.
Tapamos y metemos en la nevera, dejando la cebolla en esa maceración o marinado durante 6 horas al menos o incluso de un día para otro, si queremos que la cebolla encurtida tenga colores más intensos como los de las fotos. Opcionalmente, podemos añadir a la mezcla una pizca de azúcar, dos o tres clavos de olor, cilantro en hoja y otras especias a nuestro gusto. El resultado tendrá esos matices aromáticos que pueden funcionar muy bien con mariscos, carnes blancas, hamburguesas y cualquier pincho o aperitivo al que os guste darle ese toque especial.
Con qué acompañar la cebolla encurtida
Como ya hemos comentado a lo largo de la elaboración de esta receta de cebolla encurtida, puedes utilizarla en recetas a las que quieras dar un contraste ácido y de textura crujiente. Además de los platos ya mencionados, funciona muy bien en escabeches, tostas, ensaladas y recetas de ceviche.