Si tienes la despensa llena de tarros de semillas sin saber cómo darles uso más allá de aderezar ensaladas y cremas, esta receta de crackers o galletas crujientes viene a finiquitar el problema. Y si no es el caso, recomendamos encarecidamente tomar nota de los ingredientes para anotarlos en la lista de la compra. Es una de esas preparaciones que fácilmente se pueden convertir en un básico del recetario personal, como cualquiera de nuestras galletas caseras de cabecera.
Su autora los define como amazing y no podemos llevarle la contraria. Nos encantan por su textura crujiente, su poder nutritivo y saciante, y por su versatilidad. Ofrecen multitud de posibilidades a la hora de personalizar la receta básica, y son un bocado que admite muchos usos y degustaciones. Como picoteo para comer en cualquier parte, complemento de una tabla de quesos, aderezo de cremas, base de tostas o para mojar en salsas y dips, estos crackers también pueden ser un excelente regalo comestible, si los empaquetamos bien.
Precalentar el horno a 175ºC con ventilador, o a 190ºC con calor arriba y abajo. Preparar dos bandejas grandes con papel sulfurizado.
Mezclar todos los ingredientes secos en un recipiente grande; añadir la miel y el aceite, combinar ligeramente y echar el agua. Mezclar bien hasta que se incorpore. Tapar y dejar reposar unos 10 minutos.
Volver a remover y añadir un pelín más de agua si la masa estuviera muy seca. Debe poder compactarse sin resquebrajarse, pero tampoco ser pegajosa. Dividir la masa en las dos bandejas, depositándola con una cuchara grande. Cubrir con otra hoja de papel, aplastar un poco y estirar con el rodillo hasta dejar un grosor de unos 5 mm, o menos.
Retirar la hoja superior de papel con cuidado y marcar los crackers con la forma deseada, humedeciendo el cuchillo si fuera necesario; se trata de dejar líneas de marca, no de cortarlos. Hornear unos 15-20 minutos, hasta que estén firmes al tacto, pero aún blanditas y pálidas. Es mejor hornear una bandeja cada vez.
Aún caliente, con cuidado, sacar la hoja de papel de la bandeja, colocar otra hoja de papel sulfurizado encima y la misma bandeja. Girar para voltear la masa de tal modo que quede *boca abajo sobre la bandeja**. Es más fácil usando otra bandeja firme, como si le diéramos la vuelta a una tortilla.
Volver a hornear unos 20 minutos o hasta que estén ligeramente tostados. Cuidado, porque en cuestión de segundos se pueden chamuscar. Dejar enfriar por completo antes de separar las porciones con las manos por las marcas.
Con qué acompañar los crackers de semillas
Ya hemos mencionado alguna sugerencia de degustación de estos crackers de semillas, aunque por sí solos son un buen bocado para recargar energías en cualquier parte, como las galletas de avena saladas. Resultan deliciosos acompañando quesos de todo tipo, untados en hummus de cualquier sabor o como guarnición de cremas vegetarianas. Probablemente estarán buenísimos también bañados en chocolate negro, o bien embadurnados de mermelada o miel.
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