Ya sabéis que me encanta la hora del aperitivo y siempre estoy preparando versiones de recetas que puedan adaptarse a este formato. El otro día iba a preparar una crema de espinacas y roquefort siguiendo esta receta y de repente pensé que con este calor, era preferible tomarlas como aperitivo en lugar de como plato de cuchara y así surgieron estas deliciosas croquetas caseras de espinacas y queso azul.
Si preferís que el sabor de las espinacas esté más presente, podéis hacer la receta utilizando un queso cremoso de los de untar y quedarán igualmente deliciosas. Si os gusta la presencia del sabor intenso del queso podéis utilizar cualquier queso potente, tipo Comté, manchego curado o quesos azules o verdes como el Cabrales o el Roquefort.
Ingredientes
- Leche entera 2 vasos
- Espinaca fresca o congeladas 200 g
- Mantequilla 75 g
- Harina de trigo 2 cucharadas soperas
- Queso azul 50 g
- Huevo para envolver las croquetas 2
- Pan rallado para envolver las croquetas
Cómo hacer croquetas caseras de espinacas y queso azul
- Tiempo total 35 m
- Elaboración 30 m
- Cocción 5 m
- Reposo 2 h
Para hacer las croquetas, lo primero que necesitamos es cocer las espinacas durante 5 minutos en agua con sal. Luego las escurrimos a conciencia para que tiren todo el agua, dejándolas unos minutos sobre un colador. Una vez escurridas, ponemos una sartén al fuego y derretimos la mantequilla.
Rehogamos ligeramente las espinacas en la mantequilla y añadimos dos cucharadas de harina, removiendo hasta que sea absorbida por las espinacas. A continuación, vamos añadiendo poco a poco la leche, dejando que las espinacas la absorban antes de añadir más. Removemos y añadimos leche hasta obtener una bechamel verde que sea espesa como para hacer croquetas.
Añadimos el queso azul y removemos para que se funda con el calor residual y se reparta bien en toda la pasta. Una vez disuelto, dejamos reposar la pasta de croquetas en una fuente hasta que se enfríe. Para formar las croquetas, en esta ocasión he formado bolas que pasamos por huevo batido y pan rallado.
Una vez formadas, podemos congelar las croquetas hasta el día que las vayamos a freír o freírlas directamente en aceite de oliva muy caliente, dejando las croquetas un par de minutos por cada lado hasta que empiecen a tomar un color tostado como el de la foto de presentación. Luego, solo falta escurrirlas en papel absorbente y llevarlas a la mesa muy calientes.
Con qué acompañar las croquetas de espinacas y queso azul
Las croquetas caseras de espinacas y queso azul son deliciosas a cualquier hora, tanto para aperitivo como para segundo plato o para una cena original. Con unas croquetas y un poco de ensalada de tomate y aguacate con albahaca, no necesitamos más para quedarnos con una buena sonrisa.
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