En menos de 20 minutos tienes un plato sabroso que se lleva cualquier aplauso
La receta se puede tunear al gusto con el relleno que más te convenza
"Nunca tantos le debieron tanto a tan pocos", dijo el primer ministro Winston Churchill el 20 de agosto de 1940 en la Cámara de los Lores para ensalzar el valor de la fuerza aérea británica en la batalla de Inglaterra contra la Alemania nazi.
Seguramente tú nunca habrías esperado que citásemos a Winston Churchill en DAP. No al menos si venimos a hablar de champiñones, pero la realidad es que es uno de esos ingredientes al que le debemos muchísimo a pesar de ser 'tan pocos'.
Como sucede con esta receta fácil, sabrosa y que permite darse un homenaje rápido a costa de champiñones al horno, que nos permite resolver la cena o un segundo plato en apenas 20 minutos y no renunciar al sabor.
Aunque es cierto que soy devoto de otras preparaciones con setas como pueden ser los champiñones al ajillo, lo no menos cierto es que los champiñones rellenos también son un clásico al que cuesta decir que no y que también nos permiten salir de recetas algo más manidas como los champiñones a la plancha (que también son maravillosos, claro).
Exactamente lo que les sucede a estos champiñones rellenos con picadillo y queso azul. Sí, puedes pensar que son contundentes y, como no me gusta mentir, no te voy a negar que lo son. Pero los puedes tunear al gusto para darles la vuelta como mejor te parezcan.
Por ejemplo, puedes sustituir el clásico picadillo de chorizo por opciónes cárnicas menos poderosas como la carne picada o por un embutido más suave. Respecto al queso, más de lo mismo.
Si el queso azul te parece fuerte —aunque hay opciones más suaves—, puedes apostar por cualquier otro queso que funda bien como un emmental, un gouda o directamente recurrir a la versatilidad de la mozzarella y así los champiñones te quedarán más ligeros.
El ¿misterio? de la receta lo podría adivinar un niño de tres años. Basta con limpiar los champiñones, quitarles el pie y rellenar los sombreros con el picadillo y luego poniendo un poco de queso azul por encima.
Pintamos con un poco de aceite de oliva, horneamos 15 minutos a 180º y luego sólo tienes que sacarlos del horno y esperar los aplausos.
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