La fondue, que se puso de moda en los años 70 y en la actualidad parece haber perdido popularidad, es una manera divertida y sin complicaciones de cenar en familia. Pero para preparar esta fondue fácil de queso cheddar no es necesario tener el recipiente tradicional. Solo necesitamos un cuenco amplio y un cacito con agua y dejar que el queso se funda al vapor.
Sugerimos acompañar la fondue fácil de queso Cheddar con verduras en bastones, lo que la hace perfecta para conseguir que los más pequeños de la casa coman verduras. Esto de sumergirlas en el queso fundido les parece un juego. Si os enfrentáis a esta situación a menudo, tomad nota de cómo prepararla. Os lo mostramos en el vídeo que encontraréis más abajo.
Cortamos el diente de ajo por la mitad. Calentamos un poco de agua en un cacito y mantenemos un punto bajo de ebullición. Colocamos un recipiente hondo sobre el cacito, sin que la base entre en contacto con el agua, y frotamos el interior con la parte de cortada del diente de ajo.
Añadimos la leche caliente al cuenco. Rallamos el queso Cheddar, lo mezclamos con la harina fina de maíz y lo agregamos a la leche caliente. Removemos sin parar hasta que el calor funda el queso y quede sedoso.
Añadimos una cucharadita de zumo de limón, sazonamos si lo consideramos necesario, removemos de nuevo y listo para consumir. Servimos recién hecho, en caliente, espolvoreado con tomillo seco y acompañado de pan, verduras, fruta o lo que más nos guste para mojar.
Con qué acompañar la fondue fácil de queso Cheddar
Tal y como mencionamos más arriba, la fondue fácil de queso Cheddar se puede acompañar de verduras varias, mejor en crudo, fruta (la manzana y la pera le van de maravilla), picos de pan o lo que más nos guste. Es importante servirla de inmediato, con el tiempo espesa y pierde textura.
