El jerky es un alimento de carne seca típico en Estados Unidos, también difundido con distintas variantes en países como Canadá, Australia, países latinoamericanos y también europeos, pero especialmente popular en el primero. Por su textura y formato se consume casi como un snack y es muy fácil de imitar usando tofu para una versión vegana rica en proteínas vegetales.
Hoy comercializado como un aperitivo cualquiera en envases a la venta en cualquier comercio, originalmente era una técnica de conservación de carne de vacuno, venado o cérvidos, que se curaba salándola y se dejaba secar al sol hasta prácticamente deshidratarla por completo. Digamos que se aproxima más a la mojama de atún que al jamón ibérico.
En Estados Unidos gusta mucho por los aderezos que se aplican y el sabor ahumado como de barbacoa, a veces picante, que lo convierte en un bocado con poca grasa, revalorizado en los últimos años por su contenido en proteínas. Esta versión que fichamos en la newsletter de Mark Bittman usa tofu firme con una salsa muy fácil de adaptar al gusto, con la intensidad ahumada y picante del adobo chipotle.
Precalentar el horno a 110ºC con calor arriba y abajo. Escurrir muy bien el tofu entre varias capas de papel de cocina, y cortar con cuidado en rectángulos finos de unos 3 mm de grosor. Colocar en una fuente de hornear engrasada o con papel sulfurizado.
Hornear 30 minutos, y mientras preparar la salsa. Mezclar todos los ingredientes en un cuenco con 1 cucharada de agua y preparar un pincel. Pintar la parte superior del tofu con esta salsa y hornear 15 minutos más.
Voltear las piezas de tofu, y hornear 20 minutos. Pintar con la salsa restante y hornear unos 15-20 minutos más. El tofu debe haber reducido de volumen y estar ligeramente seco, pero aún tierno en su interior, no quebradizo. Dejar enfriar por completo.
Con qué acompañar el jerky de tofu
Igual que su versión original de carne, el jerky de tofu tiene la virtud de adaptarse a cualquier hora del día por su formato de picoteo o snack para reponer energías entre horas en cualquier lugar. Lo podemos servir como aperitivo con una salsa al gusto, por ejemplo de yogur -o versión vegana- que rebaje el picante si se nos ha ido un poco de las manos el aderezo de chile. También es excelente como relleno de bocadillos, sándwiches o, mejor, fajitas y tacos vegetales, y puede enriquecer cualquier ensalada.
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