Cuando me encontré con esta receta me vino a la cabeza de forma instantánea el recuerdo de unos bocados de queso suizo que siempre preparaba mi abuela cuando íbamos de visita. Después de muchos años recordé perfectamente aquellos sabores, y por eso no pude evitar recrearlo con esta versión de medallones provenzales de queso de cabra crujiente al horno.
El queso de rulo de cabra es más suave y ligero, lo que unido a la cocción en el horno hacen que sea una receta algo menos calórica de lo que suele ser el queso frito. Mezclando el pan rallado con panko conseguimos un rebozado más crujiente, aunque se puede omitir y usar otra variedad de grano grueso. Las hierbas provenzales aportan unos deliciosos aromas al queso, que se esconce cremoso bajo esa capa crujiente.
Cortar el rulo de cabra en rodajas del mismo grosor, aproximadamente de 1,5 cm. Disponer en un plato. Mezclar las hierbas provenzales con el aceite de oliva y verter sobre el queso, dando la vuelta a cada pieza para que se empapen bien. Dejar reposar 30 minutos o varias horas en la nevera, bien tapado con film.
Precalentar el horno a 190ºC. Mezclar el pan rallado con el panko y añadir una pizca de sal gruesa y pimienta negra recién molida. Escurrir el queso ligeramente, reservando el aceite y rebozar en la mezcla, disponiendo todas las piezas en una bandeja para horno.
Hornear durante unos 10-15 minutos, hasta que se hayan dorado bien. Usar el gratinador del horno si se tiene, girando las piezas a mitad de la cocción. Retirar con cuidado. Batir en un cuenco el aceite sobrante con la mostaza y el vinagre. Salpimentar y servir el queso con esta vinagreta.
Con qué acompañar los medallones de queso
Los medallones provenzales de queso de cabra crujiente al horno se pueden degustar como aperitivo, entrante o como parte de una ensalada más o menos completa. También acompañan muy bien a piezas de carne y pescado, o incluso simplemente a unas verduras asadas.