Los mejillones me encantan. Después de pasar muchos años navegando por la ría de Arousa, me acostumbré a comerlos con frecuencia y por eso, para variar, los preparo de muy diversas formas. Hoy vamos a preparar una receta muy fácil y rápida, unos mejillones con mantequilla y toque hindú que podéis tener servida en la mesa en menos de 15 minutos, por lo que resulta genial para la hora del aperitivo.
Los mejillones son moluscos muy sanos y ligeros y sus proteínas son muy apreciadas en el aspecto nutricional. Además suelen ser muy baratos por lo que es excelente aprovechar la temporada y disfrutarlos de mil y una formas como con tomate a la marinera o mi preferida, los tigres o mejillones con bechamel.
Ingredientes
- Mejillones de los grandes 12
- Mantequilla sin sal 60 g
- Curry molido al gusto
- Cebollino picado para decorar
- Sal al gusto
Cómo hacer la receta exprés de mejillones con mantequilla con un toque hindú
- Tiempo total 10 m
- Cocción 10 m
Lo primero que necesitamos es tener los mejillones cocidos, abiertos y bien limpios por lo que empezamos limpiándolos bajo el grifo de agua, frotando su exterior para retirar adherencias y piedras y si es posible retirando las barbas que asomen. Después los abrimos poniéndolos al fuego con 50 ml de agua, en una cazuela que se pueda tapar.
Cuando se vayan abriendo, -no tardarán más de 5 minutos- sacamos los mejillones de la sartén y terminamos de abrirlos, forzando la cáscara y retirando una de las dos. Los vamos colocando en la fuente o plato en la que después los vayamos a servir. En una sartén, derretimos la mantequilla hasta que sea un líquido.
Añadimos una cucharada sopera de polvos curry, -aquí podéis ver cómo prepararlos caseros- y removemos bien hasta que quede una salsa amarilla de mantequilla. Apagamos el fuego y repartimos la mantequilla especiada al curry sobre los mejillones. Picamos 4 o cinco pelitos de cebollino para decorar. Servimos inmediatamente.
Con qué acompañar los mejillones con mantequilla con toque hindú
Esta receta exprés de mejillones con mantequilla con un toque hindú merece la pena por el delicioso sabor que se consigue y lo poco que se tarda en hacer un aperitivo especiado, diferente a lo habitual. Con un vino blanco muy frío, es una auténtica delicia que os recomiendo que probéis cuando tengáis ocasión.
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