Llega el fin de semana y hay ganas de desconectar por fin y relajarse en casa con algún capricho. Para muchos estos días son noche oficial de pizza, pero claro, preparar una pizza casera desde cero lleva su tiempo, y tampoco es plan de recurrir siempre a los pedidos a domicilio. Para esos casos, tenemos una receta perfecta, fácil, rápida, y, sobre todo, deliciosísima.
Hay muchas formas de preparar falsas pizzas en poco tiempo y aprovechando lo que haya por casa, aunque siempre es buena idea tener en el congelador porciones de masa de pizza casera listas para usar. No hablamos hoy de versiones fit que tantas decepciones y traumas causan a niños y mayores: se trata de disfrutar de verdad con algo casi tan suculento como si estuvieras en Nápoles.
La pizzadilla es la receta que estás buscando. En menos de quince minutos puedes tenerla lista para devorar, y cuando se le coge práctica tras repetir la fórmula varias veces, apenas tardarás diez minutos en llevarla a la mesa. Por eso es también ideal como picoteo para compartir, pero en casa nos encanta como cena rápida y un poco gocha.
Si tienes tortillas de trigo, salsa de tomate y un buen queso para fundir que no sea muy húmedo, ya tienes media cena lista. Añade lo que te apetezca, como en cualquier pizza (pepperoni, chorizo, sobras de pollo, champiñones, piña...), sin pasarte, y enciende el horno al máximo. La pizzadilla se convertirá en tu falsa pizza favorita.
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