Cuando bajo a la playa o a la piscina, me gusta llevar algo de comer por si nos entra hambre tras nadar un rato y una de las cosas que más nos gusta son los pasteles y tartas saladas de hojaldre. Este pastel de espárragos, setas y salmón es estupendo porque se prepara sin esfuerzo y está muy rico en frío, como el clásico pastel de atún con pan de molde.
No creáis que es solo una receta para comer en plan de picnic porque también está riquísimo a la hora de la cena o incluso para servir como entrante, pero, en esta época del año, cuando más me gusta es cuando lo comemos al aire libre.
Comenzamos picando bien los espárragos en rodajas pequeñas y los champiñones en octavos. El resto de las setas las picamos en trocitos y salteamos todos los ingredientes durante unos siete u ocho minutos para que estén bien cocinados.
En ese tiempo, forramos un molde de horno con papel sulfurizado, colocamos encima la plancha de hojaldre y la pinchamos en su base con un tenedor para que no suba. La horneamos durante diez minutos a 200º y la sacamos del horno para rellenarla.
Echamos todo el contenido de la sartén sobre la base de hojaldre, y rellenamos los huecos con una mezcla de huevo batido y la nata líquida. Después picamos el queso de Mahón y hacemos tiritas con el salmón ahumado, repartiendo ambos ingredientes por el pastel.
Horneamos a 200º durante el tiempo necesario para que el hojaldre comience a dorarse, cuaje el huevo y el queso empiece a fundirse, lo que requerirá aproximadamente otros diez minutos de horno. Servimos templado o frío, a nuestra elección.
Con qué acompañar el pastel de espárragos setas y salmón
El pastel de espárragos, setas y salmón está buenísimo tanto en frío como en caliente por lo que es una opción estupenda para llevar a la playa o la piscina y compartir una porción con la familia o los amigos. A todos les encantará la combinación de sabores y texturas.
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