La pizza con queso fresco de cabra, higos y miel es de esas exquisitas combinaciones que recuerdan sabores exóticos de otros lugares. A medio camino entre dulce y salado, no podemos decir que peque ni de lo uno ni de lo otro, pues los ingredientes se mantienen en equilibrio y resulta deliciosa.
En alguna ocasión la he preparado con rulo de cabra, ideal si os gusta con un sabor muy pronunciado a este tipo de queso, pero para mi así tal y como os la traigo hoy me resulta exquisita y os animo a que la probéis.
Comenzaremos preparando nuestra masa casera de pizza. Para ello en un bol echamos el agua templada y el aceite, la levadura seca y el azúcar. Removemos con unas varillas y dejamos diez minutos para comprobar que la levadura hace espuma y funciona correctamente.
Entonces vamos añadiendo la harina con la sal y amasando con las manos hasta lograr una masa elástica y que no se pegue. La dejamos en un recipiente en un lugar templado una hora para que leve. Cuando pase el tiempo desgasificamos y la estiramos encima de una bandeja de horno o piedra de pizza, aún crecerá todavía un poco mientras que se prepara el relleno. Precalentamos el horno a 220 grados con calor por abajo.
Para el relleno, desmigamos tre cuartas partes del queso de cabra fresco y lo extendemos sobre la masa. Cortamos los higos en cuartos y los distribuimos por encima del queso. Horneamos durante veinte o veinticinco minutos. Cuando veamos la masa cocida retiramos la pizza del horno y le extendemos el resto del queso en migas, la miel por encima y las hojas de albahaca fresca. Servimos inmediatamente.
Con qué acompañar la pizza de queso fresco de cabra, higos y miel
La pizza de queso fresco de cabra, higos y miel resulta una versión muy original para servir a la hora de la cena. Aunque no lleva muchos ingredientes es una variedad que llena, tanto por el queso como por la fruta, por lo que simplemente acompañada de una ensalada ya tenemos una comida completa para la noche.