Según cuenta una leyenda, el origen de los buñuelos de bacalao, no confundir con los dulces buñuelos de viento, se remonta al siglo XIII, cuando el rey Fernando III sitió la ciudad de Sevilla y ello provocó una escasez de alimentos. Los sitiados echaron mano a unos cargamentos de bacalao y harina almacenados en el puerto. Aderezaron el pescado con el resto de ingredientes y lo sirvieron. El resultado sirvió de alimentación a la hambrienta población y pasó ser parte del recetario tradicional.
Sea o no cierta la anterior historia, esta es una receta realmente deliciosa que está igual de buena tanto para picotear, como los buñuelos de patata, o las croquetas de bacalao, como para servir de entrante de un potaje de vigilia.
Os aconsejo que dejéis enfriar bien la masa antes de freír los buñuelos, de este modo os resultará más fácil darles forma, un truco que también nos sirve en los buñuelos de cuaresma. ¿Sois más de buñuelos, o de tortilla de bacalao?
Empezamos dando un hervor al bacalao, después lo colamos, le quitamos la piel y las espinas y lo reservamos. Ponemos a fuego medio una cazuela con el agua y la mantequilla. Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego y echamos la harina tamizada con la levadura de golpe. Llevamos de nuevo al fuego y removemos con una cuchara de madera hasta conseguir una masa homogénea y sin grumos, que se despegue de las paredes.
Retiramos la cazuela del fuego y dejamos templar. Añadimos los huevos de uno en uno, removiendo bien después de agregar cada uno, de modo que hasta que no esté integrado el primero no añadiremos el segundo. Nos quedará una masa de buñuelos de viento espesa, brillante y cremosa. Desmigamos el bacalao, picamos menudo el perejil y los ajos y lo añadimos todo a la masa. Removemos y dejamos enfriar en la nevera una hora como mínimo.
Pasado este tiempo, calentamos aceite en cantidad suficiente en una sartén. Con la ayuda de dos cucharitas, formamos los buñuelos y los vamos friendo poco a poco. A medida que los sacamos del aceite, los vamos depositando sobre un plato cubierto con papel de cocina, para que absorba el aceite sobrante. Servir calientes.
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Con qué acompañar los buñuelos de bacalao
Estos buñuelos de bacalao están deliciosos recién hechos, cuando aún están bien calientes. Los podéis servir con buñuelos de espinaca y una mayonesa o con una salsa tártara, aunque una amiga me ha contado que con miel están deliciosos. Será cuestión de probar a ver cómo me gustan más, aunque están tan buenos que no les hace falta ningún acompañamiento. Si acaso, una buena ensalada para complementar la comida.
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