A veces nos apetece un plato tradicional y sabroso, de los que solamente comemos cuando vamos al pueblo de nuestros padres. Uno de esos platos es el de las patatas revolconas, que en una de sus formas más tradicionales se acompaña con torreznos de Soria, una receta de picoteo que podemos hacer fácilmente en casa.
La doble textura -corteza muy crujiente y carne muy tierna- del torrezno, funciona de maravilla en contraste con la melosidad de las patatas revolconas o meneás, obteniéndose una mezcla de sabores que nos transporta a tierras castellanas. Hoy recordamos el truco para conseguir esa doble textura que aprendimos en la receta de torreznos de Soria caseros, para que queden de película, crujientes por fuera y jugosos por dentro.
Es otro de esos platos que nos recuerdan a nuestros abuelos, como las patatas panadera, y que además podemos preparar con distitnas variantes. Nos gusta mucho hacer las patatas revolconas con setas en versión vegetariana, o recurrir a la tecnología en la receta de patatas revolconas con Thermomix.
Ingredientes
- Patata 4
- Torreznos de Soria (Panceta curada) piezas o porciones 4
- Diente de ajo 1
- Pimentón dulce 2 cucharadas soperas
- Aceite de oliva virgen extra
- Tomillo fresco unas ramitas
Cómo hacer torreznos de Soria con patatas revolconas
- Tiempo total 30 m
- Cocción 30 m
Para hacer las patatas revolconas, pelamos las patatas y las cocemos hasta que se puedan triturar fácilmente. Mientras tanto, preparamos una ajada con aceite abundante, un diente de ajo bien picado y añadimos el pimentón, mezclando bien fuera del fuego. Reservamos este condimento y lo mezclamos con el puré de patatas hasta obtener una masa cremosa y homogénea. Repartimos la masa en dos fuentes de barro individuales.
Para hacer los torreznos y conseguir esa textura especial, freímos a fuego lento los torreznos en una sartén con muy poco aceite, teniendo la precaución de colocar la piel o corteza de cerdo abajo. Dejamos que se cocinen durante cinco minutos hasta que la piel sufle o se infle formando las características burbujas crujientes de las cortezas.
Cortamos los torreznos en tiras o taquitos, dejando las dos texturas en cada porción. Una vez cortados, ponemos un cazo con aceite de oliva al fuego y freímos por segunda vez los torreznos para que se cocine también la carne y queden tostaditos. Es una técnica de freír dos veces, primero en frío y luego en muy caliente, es parecida a la que se usa para conseguir las patatas fritas perfectas.
Terminamos repartiendo los torreznos crujientes en las fuentes de patatas revolconas, de forma que la carne entre en el puré de patatas meneás y asome la parte más crujiente del torrezno, que se puede usar como si se estuviera dipeando con esta receta.
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Con qué acompañar la receta de patatas revolconas
Un buen vaso de vino tinto joven o una cerveza muy fría es el mejor acompañamiento para disfrutar de estas patatas revolconas, una receta de picoteo que os recomendamos que preparéis uno de estos días para sorprender a los que nunca los hayan probado.
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