La yuca, también llamada mandioca o casava, entre otras denominaciones, es un llamativo tubérculo muy rico en almidón, originaria de América del Sur y muy extendida por toda la cocina latinoamericana. Una de las formas más simples y deliciosas de disfrutarla es cortada en bastones y frita, para tomar como aperitivo o guarnición, en sustitución de las patatas fritas.
La receta es bien sencilla. Solo hay que tener en cuenta que la yuca cruda es mucho más dura que la patata o el boniato, así que hay que trabajar sobre una buena tabla y usando un buen cuchillo, con cuidado. Siempre hay que pelarla y, además, requiere ser parcialmente cocida antes de poder freírla. Este paso es absolutamente imprescindible, pues de otra manera no lograríamos cocinar el interior simplemente con la fritura.
Frita es la opción más habitual de consumir este tubérculo, que no debemos confundir con una fruta —no lo es— ni tampoco pensar que proviene de un árbol, sino que tiene cierto parentesco con patatas, boniatos, batatas o ñame.
Ingredientes
- Yuca 1
- Aceite de oliva virgen extra o girasol para freír
- Sal al gusto
Cómo hacer yuca frita
- Tiempo total 40 m
- Elaboración 10 m
- Cocción 30 m
Lavar la yuca con agua y secar. Sobre una tabla firme de tamaño decente, y con un buen cuchillo de hoja grande y afilada, cortar los extremos y, a continuación, en dos o tres cilindros, según tamaño y según la longitud que busquemos en los bastones. Llenar de agua una olla o cazuela ancha, y añadir un poco de sal.
Para pelarlos, hacer un corte ligero que atraviese la piel, de arriba hacia abajo en cada pieza, e introducir la hoja de un cuchillo más pequeño en el corte. Debería levantarse la piel fácilmente. En caso contrario, simplemente pelar con el cuchillo, dejando únicamente la carne blanca del tubérculo. Cortar en bastones de 1,5-2 cm de grosor, y poner dentro de la olla con agua.
Cuando estén cortados todos los trozos de yuca dentro del agua, llevar esta a ebullición y cocer unos 10-15 minutos, o hasta que estén tiernos, pero aún firmes. Deben poder atravesarse con la hoja del cuchillo sin resistencia. Escurrir y secar bien con un paño o papel de cocina.
Calentar abundante aceite en una sartén profunda o freidora y freír por tandas, a una temperatura de unos 160-170ºC. Ir girando las piezas a medida que vayan cogiendo color, y sacarlas cuando empiecen a estar doradas, sin dejar que se tuesten en exceso. Escurrir sobre papel de cocina, freír las demás piezas, y salarlas cuando sigan calientes.
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Con qué acompañar la yuca frita
Crujiente por fuera y tierna y cremosa por dentro, la yuca frita es un estupendo aperitivo o picoteo para servir con salsas al gusto, y combina especialmente bien con aderezos picantes, como mayonesa picante, salsa brava o también la asiática sriracha. Por supuesto, también podemos sencillamente servirla como si fueran patatas fritas, acompañando una hamburguesa, un pescado a la plancha o un pollo asado.
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