Mientras dure la temporada de fresas, quiero enseñaros un plato dulce que estoy seguro que os va a encantar. Esta receta de risotto de fresas, un postre sorprendente (que también te encantará como guarnición), es realmente buenísima. Es una receta sencilla, preciosa en su colorido, que no tiene dificultad y además está riquísima.
Con todos esos calificativos coincidiréis conmigo en que hay que probarla esta misma semana. Así, al menos le damos a esta fruta que tanto nos gusta, un uso original más allá de los típicos postres clásicos. Pero no creáis que estamos solo ante un postre. Este risotto también es un estupendo entrante, o incluso una guarnición de lujo para platos de carne.
Ingredientes
- Arroz arborio 350 g
- Cebolla 100 g
- Vino tinto 100 ml
- Fresa limpias 250 g
- Mantequilla 75 g
- Nata líquida 40 ml
- Caldo de verduras 1 l
Cómo hacer risotto de fresas
- Tiempo total
Este plato se prepara con el mismo arroz que cualquier risotto, con las variedades de arroz carnaroli o el arborio, que tienen la cualidad de absorber mucho líquido, y resultar melosos por fuera y ligeramente al dente, por dentro. Comenzamos poniendo a cocer el caldo de verduras y una vez hierve bajamos el fuego al mínimo y lo mantenemos siempre caliente. En otra cazuela, rehogamos la cebolla bien picada con la mantequilla, y cuando está transparente, añadimos el arroz, que moveremos hasta que esté también transparente.
Una vez en ese punto, añadimos el vino poco a poco para que no enfríe el arroz y dejamos que lo absorba, hasta que se quede sin líquido. En este risotto, por su color, podemos usar vino tinto o rosado o incluso vermú rojo, en lugar del tradicional vino blanco. A continuación, añadimos el caldo caliente con un cucharón, dejando que el arroz tome el caldo antes de añadir un nuevo cucharón. Y a la vez, movemos para que no se nos agarre en la parte de abajo. Seguimos así, durante unos 17 a 20 minutos, según el tipo de arroz, probando hasta que esté en su punto.
Mientras, vamos limpiando las fresas, y reservamos dos o tres para decorar. Metemos el resto de las fresas en un vaso batidor con la nata líquida y damos unos toques con la batidora, pero sin llegar a triturarlas del todo, es preferible que dejemos algún trocito que dará más presencia a las fresas en el plato al final. Cuando al arroz le falten unos cinco minutos añadimos el batido de fresas, en dos o tres veces para que no se nos corte la cocción y movemos para que se mezcle. Terminamos cuando el arroz tenga un punto cremoso y decoramos con las fresas reservadas.
Con qué acompañar el risotto de fresas
Esta receta de risotto de fresas resulta perfecta para el postre y como os decía, también es un estupendo entrante, pues tiene el sabor de un risotto de verduras, aunque tiene el perfume de la fresa, que sin invadir totalmente el plazo, le da un toque refrescante. También puede ser estupenda como guarnición de unas pechugas de pollo a la plancha, que agradecerán su compañía.