Creo que de la extensa cocina italiana es el plato que menos preparo, y no sé por qué, pues este risotto con setas y alcaparras resulta delicioso para cualquier ocasión. Esta vez lo he cocinado con setas deshidratadas, ingrediente que por cierto me gusta tener siempre en pequeñas cantidades en mi despensa, pues permite sin mucha anticipación poder preparar cualquier plato rico como este.
No es complicado que el risotto nos salga bien. Usar la variedad de arroz adecuada, es este caso arbóreo, añadir el caldo siempre caliente poco a poco a medida que el arroz lo vaya absorbiendo y por supuesto queso parmesano una vez que el risotto se ha cocido, hará que os quede perfecto. No os daré tiempos de cocción, lo ideal es que vayáis probando poco a poco hasta que consigáis el punto del arroz que más os guste.
Poner durante unas horas a rehidratar las setas en agua. Picar la cebolleta en trozos menudos. Sofreírla en el aceite de oliva a fuego lento hasta que esté dorada. Añadir las setas escurridas y rehogarlas.
Incorporar el arroz y darle unas vueltas en la sartén hasta que lo veamos transparente. Añadir el Jerez y cocerlo hasta que se evapore. Añadir el caldo de carne o el agua de rehidratar las setas o una mezcla de ambos, poco a poco sin dejar de remover, y cocerlo hasta que el arroz esté tierno y con textura cremosa.
Fuera del fuego añadir el queso mascarpone y seguidamente el parmesano rallado. Remover hasta incorporarlo. Añadir el cebollino y las alcaparras.
Con qué acompañar el risotto con setas
El risotto con setas y alcaparras debéis tomarlo bien caliente y recién hecho, puesto que a medida que enfría se va quedando pastoso y pierde su textura cremosa. Así que es el típico plato por el que tienen que esperar los comensales y nunca al revés, y no necesita más que una copa de buen vino tinto para acompañar.
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