En casa somos totalmente fanáticos de las preparaciones con carne picada, así que no es de extrañar que nos encanten las albóndigas en salsa. Normalmente las preparamos en salsa española pero estas albóndigas con salsa de tomate al azafrán son también un auténtico lujo para el paladar.
Por supuesto recomendamos que la salsa de tomate sea casera. Invertid algún hueco de fin de semana para hacer buenos fondos de despensa, veréis como vuestros platos, y sobre todo vuestro estómago, os lo agradecerán.
En un cuenco echamos las carnes. Picamos la cebolla, el ajo y el perejil muy finamente y lo añadimos. Rallamos la zanahoria, batimos los dos huevos y también los agregamos a la carne. Salpimentamos y echamos la rebanada de pan remojada en leche.
Mezclamos todo muy bien, hasta que esté todo integrado y repartido por toda la carne. Tapamos con film transparente y dejamos reposar un par de horas en el frigorífico para que la carne coja sabor del adobo. Calentamos abundante aceite de oliva en una sartén. Formamos bolitas de carne y las pasamos por pan rallado.
Freímos todas las albóndigas hasta que se doren y las vamos colocando en un plato sobre papel absorbente. Una vez listas todas las albóndigas las echamos en la salsa de tomate y dejamos que se vaya calentando poco a poco.
Mientras, aparte, en un mortero machacamos un poco las hebras de azafrán. Agregamos dos cucharaditas de agua templada, removemos y vertemos por encima de la salsa de tomate y las albóndigas. Meneamos la cazuela y dejamos que el conjunto hierba a fuego bajo durante 15 minutos. Servimos muy caliente.
Con qué acompañar las albóndigas con salsa de tomate al azafrán
Las albóndigas con salsa de tomate al azafrán en nuestra casa se toman como plato único. Solemos acompañarlas de patatas fritas y una buena ensalada y con eso completamos la comida perfectamente. Para esta receta en concreto hacemos las patatas cortadas en triángulos, como para cualquier otra carne.