Una receta de aprovechamiento por demás deliciosa para preparar una cena con sabores mexicanos
Bien es cierto que el pollo es una de las proteínas más nobles con las que podemos trabajar en la cocina y cuando veas la infinidad de posibilidades con las que podemos disfrutar de ella, te vas a maravillar y continuarás haciéndola tu proteína favorita en la cocina, tal como lo será después de preparar unas fajitas de pollo al horno para disfrutar de un platillo de inspiración tex-mex.
A diferencia de otras preparaciones, para esta receta no vamos a necesitar la estufa, sino que, en su lugar, aprovecharemos el horno y una única bandeja o fuente donde cocinaremos y, para no tener que lavar tantos trastos al final, podemos servirnos directamente después de realizar una elaboración mucho más fácil y rápida para presentar directamente del horno a la mesa.
Si no tienes pechugas de pollo, no hay problema, ya que esta receta la puedes preparar igual con contramuslos de pollo que son mucho más jugosos que las pechugas, recordando dejar marinar la carne, como mínimo, dos horas, aunque mucho mejor si son varias más.
Para comenzar con esta preparación colocamos el pollo limpio (sin grasa, sangre, hueso o plumas) en una bolsa para congelar, donde nos aseguramos de que se impregne bien del juego de un limón, salsa de soja, aceite de oliva virgen, miel, un diente de ajo finamente picado y especias como el comino molido, la pimienta molida y el chile también molido.
Una vez estos ingredientes en la bolsa, pasamos al refrigerador dejándolo por dos horas (o más, si es posible), resguardando también el resto de la salsa.
Cuando se llegue el momento de cocinar, precalentamos el horno al máximo y preparamos una bandeja larga y poco honda para sumar los pimientos rojos, verdes y amarillos, así como la cebolla blanca cortados en julianas y sin semillas.
Sacamos el pollo de la nevera y retiramos el exceso de marinada, distribuimos en la bandeja y horneamos en el nivel más alto durante unos 5 minutos; giramos las piezas y horneamos por unos 4 o 5 minutos más.
Verificamos que el pollo quede bien dorado, por lo que podemos cambiar la configuración del horno para que se caliente por todos los lados.
Cuando el pollo ya esté dorado, retiramos del horno y ponemos las verduras en una sola capa, agregando también el resto de la salsa para marinar que reservamos, removiendo con una espátula continuamente durante el lapso de 20 a 25 minutos que está la mezcla dentro del horno.
Una vez retirado el pollo del horno, cortamos en tiras usando un buen cuchillo. Cuando las verduras estén casi listas, echamos la carne sobre ellas, removemos bien y horneamos todo junto unos pocos minutos más.
Con qué acompañar las fajitas al horno
Está claro que las fajitas de pollo no serían fajitas sin llevar a la mesa una buena ración de tortillas de trigo, más adecuadas que las tortillas de maíz, que podemos hacer caseras fácilmente. Además, podemos acompañarlas de lo que nos apetezca: salsa picante, guacamole o aguacate troceado, zumo de limón queso... El ritual de montarse las fajitas al gusto sobre la marcha es parte de su encanto.
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