Así se debe hacer el Hornazo de Salamanca, según nos explica la Marca de Garantía de este producto artesano

Si pensamos en un producto típico de Salamanca, muchos elegiremos el Hornazo de Salamanca, un alimento que se come tradicionalmente en el llamado lunes de aguas, pero que podemos disfrutar todo el año, dado que se elabora cada día en muchos establecimientos de la ciudad.

Para distinguir el auténtico Hornazo de Salamanca de otras elaboraciones similares con otros rellenos o técnicas que no respetan la tradición en su elaboración, se creó en 2014 una Marca de Garantía con el nombre de Hornazo de Salamanca, que garantiza este producto típico salmantino que puede recordarnos a la empanada, y que debe ir relleno de lomo adobado, jamón y chorizo de dicha ciudad castellana.

En una visita a La Tahona Delicatessen, una de las empresas que elaboran este producto que se degusta con las manos bajo la certificación de la Marca de Garantía, pudimos aprender los secretos de la elaboración del Hornazo de Salamanca, que hoy os contamos para que los tengáis claros cuando os apetezca preparar en casa tan estupendo alimento.

Cómo se elabora el Hornazo de Salamanca

Comenzamos con la masa, uno de los aspectos más importantes en el hornazo. La composición de la masa debe hacerse con harina de trigo y mucha manteca, amasando y plegando muchas veces para que al hornearse quede con textura hojaldrada y no tipo masa de pan como la empanada.

Una vez elaborada la masa y tras un breve reposo, se corta en porciones rectangulares, de aproximadamente 18x25 cm, que servirán para la base y la tapa, que posteriormente se adorna con otra porción de masa para hacer el clásico enrejado que identifica este plato.

Sobre la base, que tendrá aproximadamente tres milímetros de grosor, se colocan porciones de chorizo de Salamanca, unas quince rodajas de buen tamaño, distribuidas en la zona central. El chorizo se cubre con seis tajadas de lomo adobado, y finalmente, se cubre con lonchas de jamón serrano. Para algunos, cabe también la posibilidad de añadir huevo duro en el relleno, pero el auténtico hornazo, -según la la Marca de Calidad-, solo lleva en el relleno chorizo, lomo y jamón.

Después se cubre con otra porción de masa idéntica a la de la base, aplástándose ligeramente para cerrar los bordes. Con un rodillo de rombos, se hace un enrejado y se coloca sobre la cobertura, procediendo al repulgue o cierre de los bordes, característico del Hornazo de Salamanca. Se pincha ligeramente la superficie para evitar que se hinche durante la cocción en el horno.

Para terminar la elaboración se procede al barnizado de la superficie con huevo batido y posteriormente se le da un horneado a 190ºC durante unos 35 a 40 minutos, hasta que el Hornazo de Salamanca quede bien dorado y crujiente.

Aunque la tradición dice que hay que esperar a que esté frío para comerlo, -ya que en caliente puede sentar mal-, los sabores del hornazo tradicional se aprecian más si lo sirves a una temperatura templada.

Más información | Hornazo de Salamanca

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