En nuestra casa no se tira nada, y es algo que me han inculcado desde pequeña, así que no se me da nada mal reorganizar restos de preparaciones para colarlos en cualquier otra receta. Por supuesto la carne de hacer el caldo de fondo para la sopa, la aprovecho para presentarla con pimientos asados en salsa de tomate.
Esta una receta de aprovechamiento que resulta muy rica. Si además utilizáis pimientos asados en casa y salsa de tomate también casera, el resultado es un plato de lujo, y además hecho con restos de preparar una sopa, algo que parece increíble que con casi los mismos ingredientes, hagamos dos comidas tan fantásticas.
Lavamos y secamos los pimientos. Los asamos untados con un poco de aceite durante unos 40 minutos a 180º. Sacamos del horno, tapamos con papel de plata y dejamos enfriar. Una vez fríos los pelamos y partimos en tiras. Limpiamos la carne de posibles grasas o partes que no sirvan, la partimos en trozos y reservamos.
En una cazuela calentamos un poco de aceite de oliva y doramos ligeramente los dientes de ajo pelados y enteros. Apartamos un momento la cazuela del fuego, agregamos pimientos asados al gusto con un poco de su jugo, y ponemos de nuevo al fuego.
Echamos también la carne, la salsa de tomate suficiente para que cubra bien la carne y un poquito de sal, mezclamos y dejamos a fuego lento durante unos 20 minutos. Rectificamos de sal si fuese necesario y servimos muy caliente.
Con qué acompañar la carne con pimientos asados
Lo primero de lo que tenemos que hacer acopio para acompañar esta carne con pimientos asados, es de una buena barra de pan, si es artesano mejor que mejor. La salsa resultante es absolutamente una delicia, y os apetecerá moja y mojar mientras os coméis la carne tan tierna y jugosa. Por supuesto, si tomáis vino no debería faltar tampoco una copita de un buen tinto.