Al crecer en un campo donde la caza de conejos y liebres es habitual, la cocina con estos animales me parece lo más normal del mundo, aunque no está tan extendida como otras. Lo cierto es que es una carne económica, saludable y muy sabrosa si se acompaña bien, como en esta receta de conejo en salsa de mostaza y zanahoria.
La mostaza puede ser todo lo intensa que os guste, o usar una variedad picante. Yo siempre tengo algún tarro en la nevera de mostaza sencilla de Dijon y también semillas en la despensa, que añaden mucho sabor a las salsas. Si tenéis alguna intolerancia láctea por fortuna se puede encontrar nata ligera sin lactosa o incluso usar una variante vegetal, de soja, avena o arroz.
Salpimentar el conejo y cocinar en una cazuela o sartén con aceite de oliva, dorándolo bien por todos los lados, unos 10-12 minutos. Retirar y reservar en un plato. Pelar y cortar en cubos pequeños la cebolla y la zanahoria.
Pochar ligeramente la cebolla en la misma cazuela junto con las semillas de mostaza, añadir la zanahoria y salpimentar. Cocinar durante unos 10 minutos, hasta que la zanahoria deje de estar dura. Reincorporar el conejo, regar con el vino y dejar que evapore el alcohol.
Añadir el caldo o agua, tapar, bajar el fuego y dejar cocinar unos 25 minutos. Retirar el conejo, añadir la nata con la mostaza y mezclar bien. Salpimentar, agregar perejil y tomillo y servir la salsa sobre la carne.
Con qué acompañar el conejo a la mostaza
Un plato como este conejo en salsa de mostaza y zanahoria me gusta servirlo con la clásica guarnición de arroz blanco, aunque podéis cambiarla por otra que más os guste, como patatas en puré o fritas, cuscús o quinoa. O podemos prescindir de la guarnición y servirlo con buen pan, de miga generosa y corteza crujiente.
En Directo al Paladar | Receta de conejo guisado al brandy con shiitake
En Directo al Paladar | Receta de conejo guisado en cubalibre de Coca-Cola