Muchas son las personas que temen hacer carne asada en el horno o que piensan que el punto de la carne va a quedar pasado o muy seco, por ejemplo en el cordero al horno con patatas. Por suerte no es así, y más si echamos un vistazo a esta receta de cordero asado al estilo de Karlos Arguiñano.
No es porque la receta tenga más o menos ciencia, sino por la forma de disponer el cuarto de cordero en cuestión para que quede jugoso, tierno y la piel sin embargo esté bien crujiente, que es lo mismo que buscamos cuando hacemos cochinillo asado o lechón o como cuando tiramos de nuestro repertorio de recetas de cordero.
En esta ocasión la receta es para un par de personas, así que vamos a cocinar un cuarto de cordero entero, pero podéis reducir la cantidad si solo queréis hacer una pierna de cordero al horno o una exquisita paletilla de cordero lechal al horno, aunque el encanto del cuarto es difícilmente imitable.
Ingredientes apenas necesitamos una decena y el truco, sencillo, está en mantener hidratada la carne cuando la volteemos para que no se seque la piel y luego podamos dorar la superficie y quede como deseamos.
Pelar las patatas y cortarlas en rodajas finas. Disponerlas encabalgadas en una bandeja de barro o de horno y salpimentar.
Poner encima el cuarto de cordero salpimentado y con la piel para arriba. Bañar con el agua, vino y vinagre. Terminar con la manteca por encima del cordero.
Asar a 180 ºC durante 75 minutos y subir el fuego a 225 ºC durante 15 minutos más para dorar y servir caliente en la misma fuente.
Con qué acompañar el cordero asado al estilo Karlos Arguiñano
Aparte de las patatas asadas que van en la guarnición, podríamos apelar a unas patatas cocidas y a unas patatas fritas. También a una ensalada verde, como las que se estilan en Aranda de Duero, con lechuga y cebolleta, o con una ensalada de pimientos asados.
En DAP | Siete recetas de carne asada
En DAP | Cochinillo al horno jugoso y con la piel bien crujiente