Con tortillas mexicanas de maíz, incluso con las más tiernas tortillas de trigo, podemos hacer tacos de prácticamente lo que se nos ocurra o tengamos por casa, y las propias taquerías y restaurantes dedicados a esta rica gastronomía innovan con nuevos ingredientes o fusionando cocinas. Claro que, si hablamos de tacos mexicanos, hay una receta que gana por goleada a todas.
Los tacos de cochinita pibil son un clásico por méritos propios, y no solamente porque están buenísimos. Su historia está ligada a la propia cultura e identidad de México, con una tradición de siglos que ha ido evolucionando y adaptándose con variantes en diferentes regiones.
La propia cochinita pibil es un guiso de carne de cerdo muy especiada y aderezada con distintos ingredientes que, tras la cocción, queda muy tierna, jugosa, que se deshace en hebras, con un sabor intenso y aromas característicos. Es originario de época prehispánica, ligado a la civilización maya en la zona de Yucatán, que en un principio se hacía con carne de venado, faisán y pecarí, en los hornos de tierra tradicionales.
Hoy la receta típica se prepara con una mezcla de varias carnes del cerdo y lleva muchos aderezos del cuales podemos prescindir de los que nos cueste encontrar, aunque el achiote es fundamental, junto con el zumo de naranja y limón. Es el relleno perfecto para unos tacos caseros que podemos acompañar de guacamole y la clásica cebolla encurtida casera.
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