A la hora de buscar recetas fáciles solemos buscar elaboraciones rápidas, que puedan hacerse aquí y ahora, pero muchas veces, la clave para tener una cena que se prepara en un santiamén reside en tener cierta planificación (que no invertir más tiempo).
Si quieres salir de la tristeza de la pechuga de pollo a la plancha, nada mejor que marinar estas, como ocurre en la receta que os recomendamos hoy, de pechugas de pollo con limón y hierbas.
No os engañamos en el titular: preparar esta receta no lleva más de 10 minutos, pero el curro principal lo haremos unas horas antes (o, incluso, el día anterior). ¿Cómo? Metiendo las pechugas de pollo crudas en una bolsa o táper con zumo de limón, un toque de aceite de oliva y las hierbas aromáticas que más nos gusten.
Si hacemos esto, nuestras pechugas ganaran muchísimo en sabor y jugosidad y solo tendremos que cocinarlo hasta unos minutos hasta que esté dorado por ambos lados. Mientras, podemos preparar una salsa con el mismo zumo de limón de la marinada, al que añadiremos un poco de miel, para agregarlo al final de la cocción, logrando un plato delicioso con poquísimo curro.
Ahora, hablemos de nutrición. Esta receta es un claro ejemplo de que comer saludable no tiene que ser aburrido: la pechuga de pollo es rica en proteínas y baja en grasa, y al añadir hierbas aromáticas y limón estamos sumando muchos otros nutrientes.. Y si queremos un plato aún más ligero solo tenemos que sacar la miel de la ecuación.
¿Y qué pasa si queréis darle vuestro toque personal? Bueno, el pollo al limón es sorprendentemente versátil. Podéis experimentar con diferentes hierbas, como albahaca, cilantro o perejil, o añadir un toque picante con un poco de chile en copos.
Para acompañar este plato, si buscamos una cena más completa, nada mejor que unas verduras asadas o un poco de arroz blanco, pero te aseguro que te encantará así como está.
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