Esta noche, os propongo una cena aparentemente exótica pero que, en realidad, se puede preparar con ingredientes que encontramos ya en cualquier supermercado: el pollo teriyaki.
La única dificultad que tiene esta receta reside en preparar la salsa teriyaki, que se se puede hacer casera combinando salsa de soja, sake, azúcar y mirin, con un toque opcional de jengibre. Ahora bien, de un tiempo a esta parte venden salsa teriyaki ya hecha hasta en el Mercadona, lo que hace de esta elaboración un juego de niños.
Lo único que hay que hacer es saltear el pollo con cebolleta, añadir la salsa teriyaki y cocinar todo junto hasta que el pollo esté bien cubierto y brillante. Para darle un toque crujiente, podemos añadir un poco de sésamo, pero ni siquiera esto es estrictamente necesario.
Nutricionalmente, es una receta bastante equilibrada. El pollo es una excelente fuente de proteínas, y, si preparáis la salsa en casa, podéis controlar la cantidad de azúcar y evitar otros aditivos de las versiones comerciales.
Salsa de Teriyaki Kikkoman 975 ml
Si queréis experimentar, podéis sustituir el pollo por tofu para una versión vegetariana o jugar con diferentes especias para darle un toque personal.
Para redondear la cena, os recomiendo acompañar el pollo con una guarnición de arroz basmati y, si os apetece, un vino blanco ligero o una cerveza suave. Así tendréis una cena completa, sencilla y llena de sabor. ¡Que aproveche!
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