Esta receta tradicional de frito mallorquín es otro de esos platos que me producían escalofríos cuando mi madre lo preparaba de niña, pero que ahora considero delicioso. Por supuesto es primordial adquirir la asadura de cordero (corazón, pulmones e hígado) en una carnicería de confianza.
Es una de las recetas más antiguas de Mallorca, aparece en recetarios del siglo XIV, y según la estación del año en la que nos encontremos podemos elaborarlo con más o menos verduras, por ejemplo habas tiernas, que deberemos cortar en trocitos muy pequeños. Si os da reparo trocearla seguro que vuestro carnicero puede ayudaros.
Empezamos cortando todos los ingredientes a cuadraditos muy pequeños: la asadura, los pimientos y las cebolletas. Pelamos las patatas y las cortamos en bastones. Separamos los dientes de ajo y los machacamos sin pelarlos. Hidratamos el hinojo poniéndolo en agua.
Calentamos aceite en abundancia en una sartén grande o en una cazuela y vamos friendo los ingredientes por tandas. Primero las patatas, luego las verduras y por último la asadura. A medida que se hagan los vamos poniendo en una cazuela grande y salándolos. Podemos ir friéndolo todo en la misma sartén y usar el mismo aceite.
Por último, colamos el hinojo, lo picamos y los añadimos a la cazuela. Rectificamos de sal y pimienta. Lo removemos todo sobre el fuego con cuidado de no deshacer las patatas, tiene que quedar meloso y unido pero no aceitoso.
Con qué acompañar el frito mallorquín
Esta receta tradicional de frito mallorquín gana mucho si se prepara con antelación, incluso de un día para otro, y después se calienta antes de llevarlo a la mesa. Obligatorio servirlo acompañado de una buena rebanada de pan payés y un vaso de vino tinto.
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