Una buena skillet o sartén de hierro es una gran inversión que podemos sumar a nuestra cocina, muy versátil ya que se puede introducir en el horno. Con ella se pueden preparar todo tipo de platos combinando incluso varias cocciones, con recetas tan fáciles como estos jamoncitos de pollo picantes asados al horno.
Primero se cocina el pollo cubierto de una mezcla picante, y se termina la cocción dentro del horno. Los jugos se caramelizan concentrando los sabores, dejando la carne tierna por dentro, tostadita por fuera y muy sabrosa. Por supuesto, se puede hacer en una sartén normal y con una fuente de horno.
Precalentar el horno a 200ºC. Retirar los posibles excesos de grasa o plumas del pollo y secarlos con papel de cocina. Mezclar en un cuenco la pasta de guindilla, la passata de tomate, el vinagre de Jerez, el zumo de 1 lima y la salsa Worcestershire. Embadurnar bien cada pieza de carne con esta mezcla.
Calentar un poco de aceite de oliva en una sartén de hierro o en una fuente apta para el fuego. Dorar el pollo por cada lado unos 6-8 minutos. Regar con el vino y dejar que evapore el alcohol. Añadir un golpe de pimienta negra recién molida.
Incorporar los tomates y la otra lima troceada en cuartos. Hornear durante unos 20-25 minutos, hasta que los jugos caramelicen y el pollo esté bien tierno. Regar con un poco de vino a mitad de la cocción si fuera necesario.
Con qué acompañar los jamoncitos
Podemos servir estos jamoncitos de pollo picantes al horno con unas patatas asadas aparte, unas verduras a la plancha o un poco de arroz. Hay que procurar aprovechar bien los jugos que queden en la sartén o fuente de horno, sería una pena perder tanto sabor.