Siempre suelo tener en el congelador botes con mi receta de pisto casero, que siempre preparo en grandes cantidades. Con un par de cucharadas, una cebolla y unas salchichas frescas de carnicero, he preparado estas longanizas guisadas con pisto, que han resultado una cena estupenda para toda la familia.
El resultado es un guiso lleno de sabor, del que sacamos cuatro buenas raciones, que además podemos acompañar con una ensalada o un poco de arroz blanco para que nos cunda más. El éxito está garantizado.
Cortamos las longanizas o salchichas frescas en trozos de tamaño bocado y las freímos en una sartén con tres cucharadas de aceite a fuego muy vivo para que se doren por fuera rápidamente. Después las pasamos a la cacerola o cazo en la que vayamos a preparar el guiso.
En el mismo aceite de dorar las salchichas, freímos una cebolla cortada en juliana. Cuando esté blandita, la ponemos sobre las salchichas. Agregamos el pisto casero y seguidamente, incorporamos también el caldo de pollo.
Mezclamos todo con una cuchara para que se repartan bien los ingredientes y llevamos a ebullición. Después, agregamos el vino y bajamos el fuego, dejando que todo cueza a fuego lento durante unos diez minutos, removiendo de vez en cuando.
Probamos y rectificamos de sal y dejamos que el guiso cueza durante diez minutos más, para que el líquido se evapore y se concentren los sabores. Podéis comeros esta receta en el momento, o guardarla para el día siguiente, (que aún estará más sabrosa).
Con qué acompañar la receta de longanizas guisadas con pisto
Para acompañar las longanizas guisadas con pisto, puedes preparar un buen plato de arroz blanco o si lo prefieres unas buenas patatas fritas como Dios manda aunque simplemente con un buen trozo de pan es más que suficiente para disfrutarlas.
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