Se nota que me encantan los frutos rojos, pues si el otro día os traía una deliciosa pannacotta de yogur con grosellas hoy no he podido resistirme con este magret de pato con salsa de grosellas, una combinación irresistible de la sabrosa carne de ave con el sabor ácido de esta fruta tan vistosa.
Como llevo haciendo desde hace tiempo, cocino el magret a la manera que os había explicado en esta última receta, mucho más lento y sin meterlo al final en el horno, consiguiendo de esta forma una carne jugosa y en su punto.
Comenzaremos preparando la salsa de grosellas. Par ello en un cazo mezclamos el azúcar con el agua y ponemos a fuego suave hasta que se disuelva. Aumentamos el fuego y llevamos a ebullición. Cuando el almíbar esté hirviendo, añadimos las grosellas limpias de tallos y ramitas y cocemos todo junto durante cinco minutos, dejándolas posteriormente enfriar en el jarabe.
Mientras en otra olla echamos el vino tinto seco, sal y pimienta y lo ponemos a reducir durante diez minutos a fuego medio. Cuando pase el tiempo añadimos el caldo de pollo y volvemos a dejar reducir otros cinco minutos, agregamos la mantequilla y las grosellas coladas del almíbar, añadiendo un poco de éste si vemos la salsa muy espesa. Cocemos todo junto cinco minutos más y retiramos del fuego.
Para preparar la carne comenzaremos limpiando de nervios y grasillas los magrets y les realizamos unos cortes en forma de rombos en la parte de la piel, con cuidado de no llegar a la carne para que no se pierdan por ahí los jugos.
Seguidamente ponemos una sartén al fuego y doramos los magrets, comenzando por el lado de la piel a fuego suave durante veinte minutos, iremos tirando la grasa cada cierto tiempo a medida que se vaya derritiendo.
Los últimos cinco minutos voltearemos los magrets por el otro lado y dejaremos que terminen de hacerse, finalmente los salpimentamos. Una vez pasado el tiempo los envolvemos en papel de aluminio cinco minutos, cortamos en lonchas y servimos con la salsa.
Con qué acompañar el magret de pato con salsa de grosellas
El magret de pato con salsa de grosellas es una deliciosa manera de emplear los frutos rojos. La carne de esta ave combina a la perfección con los sabores ácidos y si lo acompañamos con una guarnición de arroz o patatitas simplemente cocidas, tendremos de forma muy sencilla un plato estrella ante nuestros comensales.