Crecer con un abuelo que tiene muchos limoneros en su casa es un privilegio del que no fue consciente hasta que me mudé a muchos kilómetros de distancia. Desde pequeña me encanta añadir su zumo a multitud de platos, un aromático toque final. Con recetas como este pollo al limón con gurullos me gusta darle a este cítrico un mayor protagonismo de vez en cuando.
La inspiración me vino al ver una receta de pollo cocinado con arroz con una textura ligeramente similar al risotto. Tenía en la despensa un paquete de gurullos – qué palabra tan bonita -, un tipo de pasta muy pequeña con forma de huso típica de algunas zonas del sur y sureste, y se me ocurrió aprovecharlo. El resultado es una receta muy sencilla pero llena de sabor.
Secar ligeramente el pollo con papel de cocina, retirar los posibles excesos de grasa y cortar en piezas del tamaño de un bocado. Colocar en un cuenco, salpimentar y añadir el zumo de uno de los limones, la miel, el vinagre de manzana, las dos cucharadas de aceite, el tomillo y el romero. Mezclar bien y dejar reposar 15 minutos.
Calentar un poco de aceite extra en una sartén amplia y añadir el pollo ligeramente escurrido, reservando el líquido de la marinada. Cocinar a fuego medio-fuerte durante unos 5-8 minutos, hasta que esté bien dorado por todas partes. Incorporar la salsa de limón, añadir el perejil y remover bien.
Agregar los gurullos, regar con el vino y dejar que se evapore el alcohol. Cubrir con caldo o agua, llevar a ebullición, bajar el fuego y tapar. Cocinar durante unos 10 minutos, hasta que la salsa se haya reducido pero quede una textura cremosa. Añadir un poco más de líquido si hiciera falta.
Con qué acompañar el pollo al limón con gurullos
Esta receta de pollo al limón con gurullos> es un plato muy fácil y rápido perfecto para cualquier día en el que no tenemos mucho tiempo para cocinar. Es una comida completa, saciante pero nada pesada, que podemos completar con una ensalada o con fruta fresca de postre.